Mientras asociaciones, partidos políticos y una parte de la sociedad española aplaudía la revisión realizada el pasado jueves por el Supremo de la sentencia impuesta a La Manada, por su carácter ejemplar al devolver a prisión a los cinco acusados y elevar su condena de ocho a 15 años, Vox sembraba ayer la polémica al criticar al tribunal. En palabras del líder del partido en Andalucía, Francisco Serrano, la resolución está «cargada de condicionantes mediáticos y políticos» y acabará ante el Constitucional.

Serrano, juez en excedencia, argumentó en un hilo de Twitter que «no se puede cambiar, alterar ni empeorar la sentencia condenatoria» cuando lo único que ha llevado al tribunal a distinguir entre violación y agresión sexual es «la propia apreciación de unos hechos probados que se practicaron, valoraron y razonaron con inmediación en primera instancia».

Además, aseveró que la resolución ha sido dictada «por la turba feminista supremacista», siendo un fallo cargado «de condicionantes mediáticos y políticos» que parece concluir que « la relación más segura entre un hombre y una mujer será únicamente a través de la prostitución». «Desde ahora, la diferencia entre tener sexo gratis y pagando es que gratis te puede salir más caro».

Horas después de la publicación de este hilo, el partido que lidera Santiago Abascal desautorizó las palabras de Serrano e indicó que  «cualquier comentario o valoración realizada al margen de lo publicados oficialmente es a título personal de quien los suscriba».

Recurso. Por su parte, Agustín Martínez, el abogado de los miembros de La Manada, desveló que estudiará el fallo para plantear un recurso, «no como algunos políticos, que lo han comentado sin conocer la resolución».

A las puertas de la prisión Sevilla I, donde visitó a sus defendidos, el letrado criticó que en este caso «la normalidad brilla por su ausencia», para indicar que «no es habitual que te detengan sin comunicar la sentencia, sin un mínimo plazo».