Francisco J. Martínez

CARTA DEL DIRECTOR

Francisco J. Martínez


Juan Martínez

27/11/2022

La cuerda de la próxima Feria no será la misma, la caseta de Los Amigos del Caballo notará su ausencia, las barreras del tendido habrán perdido esa sonrisa franca de aquel que las ocupó en las últimas décadas con el orgullo de ser uno de los aficionados más autorizados de nuestra querida Plaza de Toros y sus caballos relinchan al viento desde que supieron que su amo ya les admira desde algún rincón del cielo. Juan Martínez se ha ido sin hacer ruido, pero de una forma muy torera, como él siempre vivió. El viernes, cuando unas horas antes había sido enterrado junto a su amada esposa, recibió un homenaje sentido, pero muy emotivo, en la entrega de los Quijotes del Toreo de la Plataforma También Somos Cultura.
Juan Martínez, el empresario que creó uno de los holdings más importantes de la ciudad, puede estar orgulloso de haber iniciado una saga de empresarios y profesionales que hoy lloran su pérdida, pero que pondrán todo su empeño en honrar la memoria de su padre a través de la obra que un carretero de los antaño supo forjar no sin poco esfuerzo y trabajo duro. Juan Martínez fue un empresario de éxito, pero cuando más disfrutaba era con su afición taurina y, sobre todo, al rejoneo. En el arte del toreo a caballo era una eminencia, como así lo demostró en la conferencia de Joaquín Rodríguez de la Villa hace apenas una semana en el Museo Municipal. Criador de caballos de pura raza española y apasionado del enganche, su colección de carruajes es la envidia de media España. Seguro que allá donde quiera que esté, ordena a los cocheros cómo enganchar aquella cuarta de castaños y refunfuña porque la aparejada no está bien engrasada.
Que la tierra te sea leve, caballero.