La demanda de tratamiento por anorexia sube un 80%

T.R
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El cierre del hospital de día por la pandemia del coronavirus demora la atención de estos pacientes hasta mediados de enero y genera una lista de espera importante

La comida supone un obstáculo para los pacientes con trastornos alimentarios. - Foto: Rubén Serrallé

El confinamiento derivado del estado de alarma por la pandemia del coronavirus y la imposibilidad de salir de casa salvo para la realización de actividades esenciales o trabajo provocó en muchos adolescentes y jóvenes más vulnerables estrés y ansiedad y una desmedida obsesión por el ejercicio físico seguido a través de internet y las redes sociales como consecuencia de ello la demanda de tratamiento por trastornos de la conducta alimentaria pasado el verano se ha incrementado un 80% en la Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario  (UTCA) del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, a una media de entre seis y ocho casos nuevos a la semana y entre 30 y 40 al mes.

Cambios en la manera de alimentarse, excesiva preocupación por el físico y hasta una forma diferente de mirar pueden ser señales de que hay un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). La bulimia y la anorexia nerviosa son los trastornos de conducta alimentaria más frecuentes. A día de hoy más de 400.000 personas en España sufren estos trastornos, en su mayoría personas jóvenes y mujeres (nueve de cada 10 son féminas), aunque empieza a aumentar el número de casos en varones.

La coordinadora de la UTCA que se ubica en el Hospital Perpetuo Socorro es la psicóloga clínica María Dolores Gómez, quién con motivo de la celebración ayer del Día Internacional de la Lucha Contra los Trastornos del Comportamiento Alimentario, mostró la preocupación de todo el equipo multidisciplinar que se ocupa de atender estos trastornos en población con un rango de edad mayoritario entre los 13 y los 16 años por el aumento de casos que están llegando a la Unidad como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y que fundamentalmente se gestaron durante el confinamiento.

«Se trata de adolescentes vulnerables que iniciaron la realización de tablas de ejercicio físico y quema grasa a través de internet influenciados por conocidos youtubers e influencers de moda, y tras obsesionarse con ello, así como con la alimentación saludable que predican estos famosos, empiezan a perder peso, lo que motiva la demanda importante de personas con este perfil que recibimos en este Servicio», indicó Gómez. Este fenómeno que, según la coordinadora de la Unidad, empieza a ser preocupante. Las protagonistas son mayoritariamente mujeres jóvenes (con una mayor incidencia en el grupo de edad de 13 a 16 años), que llegan con sus familias en busca de un tratamiento con una situación de salud muy complicada, con índices de masa corporal  de riesgo, con desnutrición y delgadez severa, amenorrea (pérdida de la menstruación); también han llegado a las consultas casos de hermanas con esta misma problemática.

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