Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


El desembarco

29/12/2021

Pedro Sánchez se va a volcar en la campaña de Castilla y León; Pablo Casado también. Pedro Sánchez se la juega en las elecciones de Castilla y León; Pablo Casado también. El desembarco de dirigentes nacionales de los dos partidos, y probablemente también de Vox y Ciudadanos va a ser total. Sin embargo, los castellano leoneses, como los gallegos, asturianos, andaluces y los demás, en las elecciones autonómicas y catalanes miran más hacia casa que hacia las sedes nacionales, aunque los únicos que no se dan cuenta son esos políticos que, en su infinita soberbia, creen que la gente de León, Mieres, Tarrasa o Jaén vota mirando las fotos de Sánchez, Yolanda, Casado, Arrimadas o Abascal, cuando cada vez más se fijan en quién va a presidir su gobierno regional o la alcaldía, que es donde les arreglan sus problemas.

Fernández Mañueco no ha convocado elecciones para hacerle un favor a Pablo Casado, sino porque temía -no se sabe si con razón- que PSOE y Ciudadanos le hicieran la cama. Y no está nada claro que los castellano leoneses vayan a votar a Tudanca, Igea o Mañueco influidos por la presencia de Sánchez, Arrimadas o Casado, que probablemente ni les va ni les viene. El que les y les viene es el presidente del gobierno regional, que tiene en su mano la educación, carreteras, seguridad, centros sanitarios, población envejecida, futuro de los jóvenes, covid -donde el gobierno central cuenta cada vez menos porque Sánchez así lo ha querido- o la defensa del patrimonio. Asuntos que no se resuelven en Moncloa, Génova, Bambú o Alcalá.

En la última campaña catalana provocó vergüenza ajena la presencia masiva de dirigentes nacionales. Todos ellos metiendo el dedo en el ojo del adversario -nacional- en lugar de abordar los asuntos que afectaban a los catalanes. Igual ocurrió en Galicia, de ahí que Feijóo lograra nuevamente la mayoría absoluta aunque Sánchez pensó que con él en Moncloa los socialistas vencerían al presidente gallego. En Madrid fue muy evidente que el voto masivo fue para Isabel Ayuso, no para el PP. La reacción de Casado fue disparatada, primero con un ataque de celos irracional y, después, con el intento de deshacerse de quien creía que le podía hacer sombra.

Cuándo aprenderán los políticos de ahora que lo que importa es el proyecto, la credibilidad, la cercanía, dedicar tiempo a enterarse de qué necesitan los ciudadanos… Qué les preocupa, cuáles son sus prioridades y hasta qué punto les indigna que cuando llegan unas elecciones autonómicas se produce el desembarco de dirigentes que no saben ni en qué lugar del mapa está la provincia o la ciudad que visitan para pedir el voto.

Los castellano leoneses saben muy bien por qué Sánchez, Casado, Abascal y tantos otros muestran de pronto un interés desbordante por su tierra: de estas elecciones depende que las siguientes, incluidas las generales, depende que esos dirigentes sigan en el machito.