Cada día traerá su afán y cada época del año su motivación. Ahora nos toca centrarnos en la Navidad, la fiesta que el año pasado vivimos a medio gas por culpa de la pandemia del coronavirus y que en esta ocasión esperamos disfrutarla con plenitud, con el permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide. 
Pero como cada fiesta tiene su víspera, la de la Navidad viene marcada por la solidaridad, este año más necesaria que en otras ocasiones. El pistoletazo de salida lo da, curiosamente, la festividad de Todos los Santos, porque es a partir de ese día cuando comienzan las campañas publicitarias de Navidad y las iniciativas solidarias. A bote pronto, me vienen a la mente las presentaciones de los calendarios solidarios de Acepain y Afanion -toca comprarlos, por el gran trabajo que realizan estas dos asociaciones y porque es lo más duradero que pueden adquirir, les valdrá hasta el último día de 2022- o la gran recogida virtual del Banco de Alimentos que hoy comienza y, como no puede ser de otra manera, también es preciso retratarse, que uno so sabe cuándo puede precisar de su ayuda.
Y, por supuesto, están las participaciones de Lotería de Navidad que realizan muchas asociaciones para obtener unos fondos extraordinarios que sumar para la gran labor que llevan a cabo. Yo, desde finales del siglo pasado, cuando hice la 'no mili' en Asprona aporto mi granito de arena con la venta de su lotería, que coloco con facilidad entre compañeros de trabajo, familiares y amigos con la táctica de decirles que les ofrezco lotería para que no se quejen cuando toque. Y ustedes, ¿comprarán? Luego no digan que no les avisé.