Se fusionaban en un mismo espectáculo, por primera vez en una plaza de toros, cuatro disciplinas distintas con el denominador común de llevar la marca España en todas ellas. Cante y baile flamenco, espectáculo ecuestre, toreo a pie y recortadores, todo ello en un mismo acto, que no tuvo demasiado eco en taquilla, ya que el día se «enfrió» al coincidir con el entierro del yerno de Joaquín Coy, presidente de la Plaza de Toros de Albacete, fallecido en un accidente hace unos días en República Dominicana, siendo toda la familia de Tobarra y coincidir en el horario con el festejo.
Manuel Caballero, hijo del matador de toros albacetense del mismo nombre y alumno de la Escuela Taurina de Albacete, fue el encargado de la parte taurina, lidiando un novillo de Daniel Ruiz, bien presentado, bravo, aunque con la fuerza justa, aunque en el transcurrir de la faena, se fue afianzando logrando pasajes con la zurda de mucha calidad. Lo recibió suave y templado con verónicas de mucho gusto, haciéndole un quite Alberto Garijo, que actuó como sobresaliente, por gaoneras, bien lidiado por Jorge Cordones y banderilleado por Ricardo Izquierdo. El novillo desarrolló mucha calidad, sobre todo por el pitón derecho, por donde lo cuajó perfectamente con naturales muy largos, cogiéndolo con los flecos de la muleta y llevándoselo muy atrás, rematadas las series con pases de pecho eternos. Una pena la espada, con la que necesitó tres pinchazos antes de cobrar una buena estocada, cortando una oreja.
El espectáculo comenzó con el cuadro flamenco Sacromonte de Granada, quienes interpretaron varias piezas por bulerías y soleas, con las voces de Sergio El Colorao y Antonio Heredia, Marcos Palometas y Jorge El Pisao a la guitarra, Chema del Estad en el cajón y en el baile, Irene Rueda y Javi Martos, que pudieron en pie al tendido.
El sanluqueño Carmelo Cuevas con su cuadra de caballos, ofreció una demostración de doma de alta escuela pie a tierra, baile de sevillanas con una bailadora, con una sincronización excelente y por último de doma vaquera, con un final a cara suelta, sin cabezada, que gustó mucho a los aficionados.
Tras el toreo a pie, cerró la tarde un cuadro de recortadores de alto nivel, formado por el madrileño Pakito Murillo, el segoviano Jorge Gómez, el salmantino Iván González y el toledano Sergio Martínez, quienes evolucionaron con un toro de Tomás Sánchez Cajo con el hierro de Juan Tassara, que colaboró mucho para que pudieran saltarlo con limpieza y riesgo, además de quebrarlo muy ajustados.
Brillante espectáculo, al que auguramos un buen futuro para la próxima temporada.