Un 25% de los protocolos de acoso escolar que se abrieron en el curso 2021-2022 en la provincia de Albacete fueron confirmados por la Inspección educativa y la comisión especial que se constituye en cada centro ante un indicio razonable de bullying. Sospechas que originaron la apertura de 67 protocolos en total, de los que se confirmaron 17, 10 de ellos en Educación Primaria y siete en Educación Secundaria.
Se trata de unas cifras que muestran «una tendencia a la baja de forma continuada» del acoso entre iguales en el entorno educativo. Al menos así lo entiende el delegado provincial de Educación, Cultura y Deporte en Albacete, Diego Pérez, cuya observación basa en los datos de acoso escolar estabilizados que se venían registrando curso tras curso y que solo logró romper la pandemia. «La media de protocolos de acoso escolar en esta provincia venía rondado los 80 en cursos anteriores a la pandemia, de los cuales se confirmaban entre 20 y 25», informa Pérez.
Salvando la excepcionalidad del curso 2020-2021, en el que los alumnos estuvieron confinados en sus hogares como consecuencia del Covid, lo que motivó un bajón de apertura de protocolos contra el acoso escolar a los 36, confirmándose 12 de ellos, durante el curso 2021-2022 se ha detectado, en opinión del delegado de Educación, que las actuaciones preventivas que vienen realizando los centros educativos en los últimos años «están relajando el número de casos».
No es una percepción personal de Diego Pérez. El último estudio sobre acoso escolar publicado por ANAR, elaborado a partir de encuestas realizadas este año a nivel nacional, hubo menos acoso escolar en comparación con los años anteriores al Covid, situaciones de violencia en las aulas que afectan en mayor medida a una única persona, tanto si la víctima es chica como si es chico.
El informe significa que el 24% del alumnado encuestado cree que hay alguien en su clase que sufre bullying y que los compañeros son los primeros que detectan estas situaciones. En los casos confirmados de acoso escolar en la provincia se ha verificado que mayoritariamente, las agresiones son verbales y físicas, según Diego Pérez, que señala que este tipo de comportamientos se detectan tanto en Educación Primaria como Secundaria: «Aunque en el último curso se confirmaron más casos de acoso escolar en Primaria, en el anterior fue en Secundaria, justo el doble», afirma el delegado provincial de Educación, que significa también que «el mayor número de episodios de violencia entre escolares se produce entre los 11 y los 15 años, son las edades más complicadas», de manera que a partir de cuarto de la ESO y en Bachillerato, «los casos de bullying son prácticamente residuales».
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