Tras el receso del torneo copero, vuelve la liga este fin de semana y hoy mismo el Albacete tiene ante sí probablemente uno de los compromisos más difíciles de la temporada, o al menos así se intuye por la trayectoria del rival de turno, el Alcoyano, al que recibirá en el Carlos Belmonte.

El conjunto de Rubén de la Barrera sufrió lo indecible para superar la primera ronda copera frente al Racing de Ferrol. Dejó dudas no menores en la mayor parte de ese partido, bien por la presencia de futbolistas inhabituales en su formación, bien por la acumulación de partidos en una primera fase del calendario a caballo entre dos competiciones.

En función de la prioridad del torneo liguero, el encuentro de hoy lleva implícita una gran relevancia. El Albacete tiene la oportunidad de mantener su nivel en casa, donde tan solo ha cedido un empate, y, de paso, alejar provisionalmente a un Alcoyano cuya modestia crematística corre pareja a sus indudables méritos.

No se esperan grandes cambios en la alineación del Albacete en relación con las últimas en la liga, aunque tampoco se descarta algún cambio concreto dependiendo de la estrategia para combatir a un adversario sumamente aguerrido. Siguen lesionados Javi Jiménez,Jeisson y Medina.

Si el Albacete está obligado a ganar por las exigencias de un equipo favorito, el Alcoyano lo tiene como una ilusión factible. Su marcha en la competición es magnífica, hasta el punto de estar situado en los puestos de playoff de ascenso tras un Albacete que ya siente su aliento en la nuca.

Se espera a cerca de 200 seguidores del Alcoyano, un histórico del fútbol español que frecuentó la Primera División en los años 40, mucho antes de lo que lo hiciera el propio Albacete.

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