Fecom pide rebajar el IBI para evitar la muerte comercial

Ana Martínez
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El presidente de la entidad, José Lozano, lamenta el elevado precio que tienen los alquileres y califica de «horrible» la imagen que ofrecen los locales vacíos en un Centro que ahora se peatonaliza.

Calle Marqués de Molins, donde coincide el alquiler de dos importantes locales. - Foto: José Miguel Esparcia

Un local en plena calle Marqués de Molins, de casi 400 metros cuadrados, por un alquiler de 6.500 euros al mes. Otro local de 80 metros cuadrados en Teodoro Camino, cerca del parque de Abelardo Sánchez, con un arrendamiento de 600 euros/mes. Otro de 100 metros cuadrados en la plaza Mayor por 1.100 euros. Un cuarto que sale en régimen de inquilinato por 3.800 euros al mes y se encuentra en Marqués de Molins, junto a la calle del Tinte.

Esta es la actual oferta de alquiler de locales comerciales en el Centro de la ciudad, un espacio urbano que ahora se está peatonalizando pero que en el aspecto comercial no logra mejorar su imagen.

La venta no anda mucho mejor, pues se han llegado a poner a la venta locales por un valor de cinco millones de euros en la calle Tesifonte Gallego, 180.000 euros en la calle San Agustín o 360.000 euros en la calle de la Caba.

La revitalización del comercio tradicional está lejos de conseguirse, al menos en un centro que cuando acaben las obras va a invitar al paseo y al consumo. Por este motivo y ante la inminente peatonalización de parte de la calle Ancha, plaza del Altozano y Paseo de la Libertad, la Federación de Comercio de Albacete (Fecom) considera que el Ayuntamiento, como administración más cercana, debe tomar medidas dentro de su competencia que animen a los propietarios de estos locales a bajar el precio de los mismos, porque «si no es imposible montar un negocio».

Lo dice el presidente de la Fecom, José Lozano, que califica como «horrible» la situación del comercio de proximidad en general, y en particular la que está atravesando el Centro comercial por excelencia de la capital, debido, única y exclusivamente, al encarecimiento de alquileres y ventas. «La gente se piensa que montando un negocio te haces rico, pero tener que pagar todos los meses un alquiler de 6.500 euros es prácticamente inviable hoy por hoy», afirma.

La consecuencia es que el Centro se vacía y si no se remedia, podría sufrir la denominada desertización comercial, ya que, además de los elevados precios, el sector del comercio tradicional local no tiene relevo generacional, por lo que aquellos comerciantes que se jubilan se ven obligados a cerrar de forma definitiva.

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