El Albacete retomó el camino de las dudas en un partido que perdió nada más empezar con un error defensivo a los 27 segundos que se tradujo en el gol de Bermejo. Por si quedaban dudas de los problemas defensivos del equipo, Mazán hizo el segundo para los canarios a los 12 minutos y ahí se acabó el encuentro. Todo lo demás fue un quiero y no puedo de un equipo sin las ideas claras y a merced de un Tenerife que daba la sensación de poder rematar el encuentro cuando le diera la gana. 

Ramis puso otro delantero en la segunda parte, pero un remate de cabeza de Manaj que atajó Ortola fue la única ocasión para un Albacete deslabazado y frágil en defensa. Tomeu salvó los muebles hasta que Mierez hizo el 0-3. La afición, descontenta, empezó a abandonar el campo 10 minutos antes del final ante el lamentable espectáculo ofrecido por su equipo ante un Tenerife que fue dueño y señor del partido de principio a fin y hasta se permitió el lujo de hacer un cuarto gol cuando el Alba ya había bajado los brazos.