La actualidad cultural en el municipio se centró durante el fin de semana en la música y el arte y fueron muchas las personas que contribuyeron en dar ambiente festivo y sobre todo de acogida a cada uno de los eventos desarrollados.

La recuperación de los intercambios musicales llevan a crear un gran ambiente en los municipios que los promueven.

Así ocurrió en Villarrobledo con la visita de los docentes y alumnos de la Escuela de Música de Madrigueras que compartió conocimiento y amistad en un programa festivo que recorrió las calles y ofreció con la Escuela Municipal Tomás de Torrejón y Velasco  un concierto en la plaza del Ayuntamiento para deleitar al público asistente.

La buena música de las escuelas alternó con el vino y el arte

El intercambio musical es el primer que tiene lugar tras dos años de pandemia y coincidió con la clausura de fin de curso y la programación de numerosas actividades en el marco del festival Música en Primavera.

Para la edil de Educación, Caridad Ortíz, retomar los encuentros de alumnos y docentes de las escuelas de música supuso una gran ilusión al poder volver a celebrar conciertos y audiciones en el Gran teatro, el Claustro del Ayuntamiento y en la calle con los populares pasacalles que reciben la acogida de numeroso público.

Para el alcalde, Valentín Bueno, las celebraciones del fin de semana "son parte fundamental de la educación y el conocimiento y suma éxito a una ciudad viva y vigorosa".

La buena música de las escuelas alternó con el vino y el arte

El alcalde participó en otra interesante propuesta de fin de semana dedicada a la promoción del vino, el arte, la historia, la literatura y el enoturismo que atrajo el interés de aficionados y curiosos en la pedanía de Ventas de Alcolea.

La actividad promovida los dos últimos años a través de la red con motivo de la pandemia por la asociación que lleva el nombre del paraje, este año ha sido celebrada de forma presencial con un ambiente distendido y afable en la pedanía que "es ejemplo de la España vaciada", según los organizadores.

La buena música de las escuelas alternó con el vino y el arte