El psicólogo Rafael Santandreu presenta su último libro, Sin miedo, editado por Grijalbo, en un acto que se llevará a cabo mañana, a las 19 horas, en el auditorio de la Casa de Cultura José Saramago, en un acto organizado por el  Teléfono de la Esperanza. El autor El arte de no amargarse la vida comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este nuevo éxito literario. 

¿Por qué era necesario un libro como este, Sin miedo?

Mucha gente tiene ataques de pánico, hipocondría o TOC, en estos momentos, al menos, un 10 por ciento de la población. Y el miedo agudo es una trampa mental que te puede arruinar la vida. Es muy importante que la gente sepa que existe una salida comprobada. ¡Podemos remodelar nuestra mente! 

¿Es posible vivir sin miedo, algo tan arraigado en el ser humano?

El miedo es una herramienta necesaria y muy útil, pero solamente si está bien calibrada, cuando es así, casi no molesta. Es muy ligera y muy puntual. Pero cuando está desequilibrada es una tortura, es como una alarma que suena a todas horas y a un volumen demencial.  

¿Y, entonces, esa alarma siempre se puede recalibrar?

Sí. Por ejemplo, está el caso de María José, un testimonio que aparece en el libro, tuvo ataques de pánico diarios durante 30 años. Tomaba siete  u ocho ansiolíticos cada día y aún así le daban los ataques. Era un infierno. Tardó tres años en curarse del todo, pero desde que acabó la terapia, hace siete años, que no ha vuelto a experimentar eso. Ha tenido problemas, como todo el mundo, pero nunca más ansiedad. Ella dice que ha sido como si le hubiesen cambiado el cerebro por uno nuevo. 

¿A través de un libro se pueden dar pautas para controlar el miedo?

Sí. Con un terapeuta siempre será un poco más fácil, pero es algo que puedes hacer por tu cuenta. En mi canal de YouTube, estoy recogiendo testimonios de personas totalmente curadas y ya hay 100. La mitad de ellos, lo hicieron solos a partir de mi libro. 

Desnudarse y hablar de esas intimidades debe ser difícil…

Sí, pero lo hacen porque quieren ayudar a otros. Ellos saben lo que es vivir en el infierno y quieren explicar cuál es la salida. Es muy hermoso,  entre todos, nos ayudamos. 

El método para superar el miedo agudo, ¿es duro?

Muy duro, porque consiste en exponerse cada día a tus peores miedos y aceptar todo lo que estás sintiendo. Es como poner la mano en el fuego y no quitarla cuando te estás abrasando.  

¿Algún ejemplo?

Por ejemplo, las personas que tienen el TOC de la limpieza, tienen que tocar el suelo de la calle y no lavarse. Soportar la angustia de sentir que estás gravemente contaminado y aceptarlo todo como un corderillo. Pero increíblemente, el miedo va cediendo, pasan las semanas o meses y cada vez su mente está más libre de esos miedos irracionales. 

¿Son necesarias, entonces, grandes dosis de valentía?

Sí. Pero hay que hacerlo bien. Hay cuatro pasos para lograrlo: afrontar, aceptar, flotar y dejar pasar el tiempo. Tienes que exponerte a tus peores miedos pero aceptando todas las sensaciones desagradables. Al cabo de un tiempo, tu mente ya flota, es decir, aprende a estar cómoda dentro del malestar. 

¿Cree que es posible reconfigurar el cerebro?

Sí se puede reconfigurar el cerebro, pero necesitarás mucha práctica diaria y un método claro, pero se puede. ¡Y sin psicofármacos! Se trata de un trabajo duro: muchos dicen que es lo más duro que han hecho en su vida, pero vale la pena. 

¿Tomamos demasiadas pastillas? 

En España, sí. Sobre todo, ansiolíticos. Somos el país del mundo con mayor consumo de ansiolíticos. Y, para este tipo de problemas, no son la solución, claramente. La solución real pasa por dejarle de tenerle miedo al miedo. Y eso es algo que solo puedes hacer tú con el trabajo de exposición que explico en mi libro. 

¿Algún otro proyecto?

El proyecto es seguir añadiendo cada semana en mi canal de YouTube un testimonio de curación completa de la ansiedad, el TOC y la hipocondría. Me gustaría tener una colección de varios cientos porque para la persona que sufre de miedo agudo, son una herramienta fundamental: saber que existe una salida clara y que todo el mundo lo puede lograr.