El Albacete cree en la permanencia

J.L. Royo
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Lucas Alcaraz tiene claro que hay que ganar los dos partidos que quedan, aunque solo se centra en el del viernes ante el Zaragoza

Lucas Alcaraz da instrucciones a sus jugadores durante la pausa de hidratación. - Foto: Mateo Villalba

La derrota del pasado lunes en el Martínez Valero ante el Elche ha dejado muy tocado al Albacete Balompié, que llega a las dos últimas jornadas en puestos de descenso, aunque con opciones matemáticas de salvar la categoría si es capaz de sumar al menos cuatro puntos, aunque parece claro que si vence en los dos la salvación estará en el bolsillo.

Los blancos suman 46 puntos, los mismos que el Lugo, ambos en puestos de descenso y a uno del Numancia, que marca la permanencia con 47. Pero el Albacete tiene a tiro de piedra a otros tres equipos como son Deportivo y Ponferradina, ambos con 48 puntos, además del Málaga con 49.

Por ello, este viernes el equipo de Lucas Alcaraz debe ganar a un Zaragoza que apura sus últimas opciones de lograr el ascenso directo, del que está a dos puntos y plantarse en la última jornada con opciones de permanencia ante un Cádiz que ya no se juega nada.

La realidad dice que el Albacete tiene muy complicada la permanencia, pero lo cierto es que en el seno del equipo se cree en lograr la salvación. El propio Lucas Alcaraz dijo tras la derrota en Elche que «es un golpe duro y hay que ser realistas», para después añadir que «ahora solo podemos pensar en ganar el partido ante el Zaragoza. Estoy seguro de que si ganamos los dos partidos nos vamos a salvar, pero hay que ganar el encuentro del viernes».

Por su parte, el guardameta Tomeu Nadal, uno de los capitanes del equipo, aseguró en las redes sociales que  es «momento de unión, momento para creer y ser positivos. Somos conscientes de la situación, y nos dejaremos la piel para conseguir el objetivo, porque este equipo, club y ciudad merecen ser de plata».

También a través de las redes sociales se ha pronunciado el presidente de la entidad Georges Kabchi, que asevera que «desde que llegué he sentido que el Alba y su gente nunca se rinden. Es normal que todos estemos dolidos, pero tenemos que levantarnos y creer. Nos queda todavía mucho por hacer y muchas cosas positivas por vivir juntos».