Albacete superó las 112.000 hectáreas dedicadas a la producción de alimentos ecológicos en 2020. Con ello, ese tipo de cultivos suponen ya un 14,6% de la superficie agrícola de la provincia, porcentaje que supera la media regional, nacional y europea, de acuerdo a los datos facilitados por la Comisión Europea en unas jornadas para medios de comunicación regionales, organizadas por su Representación en España y a las que asistió La Tribuna.

El auge se da también en toda Castilla-La Mancha, la segunda comunidad autónoma española en producción ecológica, con 422.864 hectáreas dedicadas a ese modelo (el 11,4%), solo superada por Andalucía. Por cultivos, el olivar es el que cuenta con una mayor superficie, aunque es en el viñedo y los frutos secos donde los productores castellano-manchegos (que suman ya más de 8.600 operadores registrados) lideran la producción nacional.   

De acuerdo a las últimas estadísticas que maneja la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión, la media europea de porcentaje de superficie agrícola destinada a producción ecológica es del 8,5%, con España situada ligeramente por encima (9,7%) en un listado donde son países nórdicos y centroeuropeos los que presentan las cifras más altas. En cualquier caso, el territorio castellano-manchego parece encontrarse bien situado para cumplir con el objetivo marcado en el Pacto Verde Europeo de que este modelo llegue al 25% de los terrenos agrícolas y ganaderos en 2030. 

Más allá de los beneficios medioambientales, técnicos de la Comisión Europea destacaron que el modelo ecológico ha propiciado que lleguen al campo «más mujeres, más jóvenes y más  innovación». En el caso de la incorporación femenina, la provincia es buena prueba de ello, con varios casos de éxito  que pueden suponer una vía más de lucha contra la despoblación. 

Para incentivar que más productores den el salto a la certificación ecológica, la Unión planifica sustanciales incentivos financieros en la nueva PAC, además de otras medidas, como reservar fondos de Horizonte Europa para proyectos de investigación e innovación sobre soluciones alternativas a insumos controvertidos y políticas de promoción.#Entre estas últimas, ya está dando buenos resultados en otros países la fijación de un porcentaje de productos ecológicos en las compras para comedores escolares.

El consumo interior sigue siendo la asignatura pendiente en España, con un gasto anual medio en esos alimentos de menos de 70 euros por persona, muy lejos de los 344 que emplean los ciudadanos daneses, primeros de una encuesta en la que seis países superan los 100. 

Entre las causas de ese hecho se citan el precio o la falta de información, ya que una encuesta reciente indicaba que solo el 44% de los españoles reconoce el logotipo de certificación ecológica europea, por una media del 68% en el territorio de la Unión. Ante ello, la investigación destinada a reducción de costes y la promoción vuelven a citarse como soluciones.