Con los datos cerrados y analizados de la semana pasada, el director general de Salud Pública, Juan Camacho, concluye que con una incidencia a siete días de 39,6 casos por 100.000 habitantes, Castilla-La Mancha está ahora en unos valores parecidos a los de las semanas 32-33 del pasado año. ¿Y eso cuándo fue? Pues a primeros de agosto.

"Eso es una excelente de noticia después de una tercera ola con tanta saña", reconoció. Pero también advirtió: "En verano estábamos bien en esa semana 32-33, pero empezamos a subir de forma paulatina y acabamos alcanzando en octubre la segunda ola".

Camacho contó que desde la semana tres de este año ya se empezó a bajar la incidencia y explica que al principio se hizo más rápida. Ahora sigue bajando, pero admite que el ritmo de descenso se está ralentizando.

Además recalcó que hay diferencias notables entre provincias. Las más próximas a Madrid la tienen más alta, con Guadalajara anotando 84,6 a siete días y Toledo con 51,4. Las otras tres provincias tienen datos bastante mejores, con Albacete marcando 22, Ciudad Real 19,4 y Cuenca 23,9. Camacho avanza que esta brecha entre las provincas cercanas a Madrid y el resto puede ir a más. "Esa diferencia entre provincias no solo se mantiene, sino que posiblemente pueda aumentar a lo largo de esta semana nueve", expuso.

El director general de Salud Pública no quiso entrar en más cuestiones más allá de la geográfica. Insiste en que Guadalajara y Toledo tienen mmás contagios por "cercanía de una zona con mayores valores de incidencia acumulada en las últimas semanas, como es Madrid". Apostilló que "la madera más caliente es la que está mas cerca del fuego".