Los libros dorados de la competición recogen la cifra: Barça y Madrid se han enfrentado en 252 ocasiones (101 veces se cerró con triunfo blanco, 99 con azulgrana y en 52 de ellas firmaron las tablas). De todas esas batallas, tres tipos han jugado el 18 por ciento de todos los clásicos: Lionel Messi, Sergio Ramos y Sergio Busquets. Cuarenta y cinco duelos en sus espaldas… y el tercero de ellos romperá mañana el empate, convirtiéndose en el que más clásicos ha disputado en la historia.
El capitán blaugrana, además, tiene dos balas para superar a Paco Gento (leyenda del Real Madrid) como el futbolista con más victorias (21) en la historia del gran choque del fútbol español: están igualados. La Copa puede coronar al jugador que nunca sale en las portadas, pero ayuda a que otros lo hagan tanto o más que el propio fotógrafo. Si disputa los dos partidos de semifinales, alcanzará los 10 clásicos coperos que disputó Joan Segarra (Barça), récord en el torneo.
La leyenda del mediocentro empieza a escribirse un 13 de diciembre de 2008. Era 'el hijo del portero'. Un muchacho espigado que llegó a la cantera culé de la mano de Carlos Busquets, su padre, aquel tipo entre pionero y estrafalario que jugaba con los pies cuando el 99 por ciento de los metas no miraba más allá de sus guantes. Pep Guardiola lo señaló, cuando solo tenía 19 años, como el relevo de Touré Yaya, una afirmación chocante porque la foto de la comparación mostraba a un saco de músculos junto a un 'espárrago' que aquella noche debutaría en un clásico.
El Barcelona iba a arrasar a un Madrid en crisis (acababan de despedir a Bernd Schuster por asegurar que «era imposible» ganar en el Camp Nou), pero en el minuto 68 el marcador era de empate a cero. Guardiola retiró a un atacante (Gudjohnsen) para ganar la batalla de la medular. El elegido fue Busquets. El duelo terminó con victoria local por 2-0, la primera de las 21 que ha logrado 'Busi' en los clásicos: 15 en LaLiga, tres en la Supercopa, dos en Copa y una en la Champions. En contraprestación, son ocho los empates y 16 las derrotas.
La pausa
Aún no ha marcado un gol, pero ha propiciado varios y ha evitado muchos. Fue pieza fundamental el día del 5-0 y en las semifinales de la Liga de Campeones, fue el que inició 'tal' jugada, el que cortó 'tal' otra... Su sentido táctico le ha permitido anticipar el juego antes de que sucediera. El adversario pierde la pelota de forma inexplicable y se pregunta «¿qué demonios hace aquí Busquets si no debía haber nadie?». El mejor recuperador en campo contrario de la historia moderna todavía aguanta el ritmo del nuevo fútbol. Cada vez es más complejo, porque se imponen nuevos ritmos, más músculo, velocidades más intensas, un aparente caos de ida y vuelta... pero todavía es muy apreciada la figura del mediocampista de técnica exquisita que lucha contra su destino con pausa, frenándolo todo a su alrededor:por ese motivo, media verdad mal contada, se le considera no-apto para el fútbol moderno.
A la espera de que el Barça dé con la tecla del 'nuevo Busquets', algo que se lleva barruntando desde hace años, el catalán sigue sacando la cabeza y ganándose con creces minutos de calidad. Esos 46 encuentros que ha disputado contra el eterno rival pueden llegar a 48 este curso (la vuelta copera y el duelo de LaLiga en el Camp Nou)... y quedarse ahí:el Barcelona prepara ofertas de renovación a la baja para sus capitanes y el 'cinco' maneja opciones interesantes para finiquitar su carrera más allá del feudo culé.