La aventura de la adolescencia

Ramiro González
-

La serie 'Sex education', que en breve estrenará su cuarta temporada, plantea de forma amena y educativa temas que preocupan mucho a los adolescentes de hoy

Assa Butterfield (d) es el protagonista de una propuesta muy original. - Foto: Sex Education

Hay una serie en Netflix que podría considerarse como educativa. Ahora explicaremos por qué. Se trata de una propuesta de carácter juvenil, en teoría, pero que esconde un profundo significado en el fondo para los adultos. Hablamos de Sex education, una ficción que ya acumula tres temporadas y que pronto estrenará la cuarta.

Viajamos a la región de Moordale en Inglaterra. El protagonista es Otis (Assa Butterfield) un joven de 16 años que se enfrenta a las mismas preguntas que cualquier adolescente: quién es y qué significa ser adulto. Vive con su madre, Jane (Gillian Anderson), una psicóloga especializada en terapia sexual. 

Sin ser consciente, habrá heredado la capacidad de su progenitora para empatizar y conectar con las personas, y al mismo tiempo se servirá de los conocimientos adquiridos para ayudar a sus compañeros de instituto en ese gran y duro viaje: el despertar de la sexualidad. 

Ayudado por la joven Maeve, por quien irá desarrollando unos fuertes sentimientos, Otis se irá descubriendo en el proceso y también la relación con su madre y amigos.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la crítica de arte en la actualidad (aunque viene de hace tiempo) es precisamente el de los géneros híbridos. Esto es debido al afán que tenemos en la actualidad al reduccionismo, a la simplificación; de esta manera, degradamos las obras que nos proponen, las interpretamos de forma incorrecta y lanzamos al público conclusiones difusas en el mejor de los casos, y en general equivocadas. 

Por eso, a quien esto escribe no le gusta hablar en términos absolutos y etiquetar de forma simplona las series o películas que habitualmente comenta. 

Sex education puede ser catalogada de manera directa como un producto juvenil, debido a que la historia transcurre en un instituto y los protagonistas son adolescentes. El asunto es que esta serie no es igual que otros productos de esta plataforma como Élite o Por 13 razones.

 Aquí, los adultos también juegan un papel muy importante, y eso convierte a Sex education en una obra de mucha más calidad que las mencionadas hace un momento. Porque el planteamiento del sexo en la adolescencia aquí se hace desde la perspectiva que debería ser: la adulta. 

Otis tiene 16 años sí, pero es un chaval que busca algo más importante y que rompe con el estereotipo del adolescente que solo piensa en una cosa.

Sí, habrá muchos padres que se escandalicen por lo que muchos críticos señalan. Y es que creen conveniente que vean la serie con sus hijos. ¿Por qué? Porque trata con mucho respeto y con naturalidad un tema polémico que muchos adultos no se suelen atrever a tratar con sus hijos, debido a que siguen mirando a sus adolescentes como si fueran niños pequeños. 

Ya no lo son, son personas que se encuentran en tierra de nadie, sumidos en las dudas y que necesitan empezar a ser tratados como adultos. Este es el mensaje de la serie y por eso algunos educadores consideran necesario reivindicarla como una propuesta diferente y, por primera vez, muy educativa.