La presión asistencial en el Servicio de Urgencias, agravada en los últimos dos años por la pandemia del coronavirus no deja de crecer, y si bien el 2020, ha sido hasta el momento, el que mayor porcentaje registró, con un 73,9%, tras el 68,4% de 2019, que supuso un 1,33% de aumento con respecto a 2018, el 2021 tampoco se queda corto en lo que a sobrecarga sanitaria y alta frecuentación a esta unidad se refiere, ya que al año acabó con una presión asistencial del 71,5%.
Pero además la situación de este Servicio de emergencias sanitarias no tiene visos de mejorar a corto plazo, y tal y como apunta el jefe de este dispositivo, el doctor Ramón Perales, ha empeorado con una alta frecuentación de pacientes desde el verano de 2021. «El año 2020 supuso un cambio de tendencia, porque a este Servicio sólo venían los pacientes que estaban graves, y que en su mayoría requerían ingreso hospitalario, lo que supuso para nosotros un gran sobreesfuerzo», pero en cambio bajó la cifra de consultas a la unidad de pacientes con patologías menos graves por el miedo de la población al contagio del coronavirus.
Sin embargo, en 2021, con variaciones de frecuentación de pacientes que han ido oscilando y variando en función de las diferentes olas de la pandemia, pero la situación del Servicio ha vuelto a niveles casi de la época preCovid.
En concreto, el pasado año se cerró con 129.406 urgencias atendidas en este Servicio del Hospital General Universitario de Albacete, y de ellas 103.128 fueron de consultas de adultos, correspondiendo el resto a urgencias Pediátricas y otras especialidades como Ginecología u Oftalmología. Una cifra que representa no obstante un incremento del 18,6% en el número de pacientes vistos por los profesionales de este recurso respecto a 2020, que se registraron 109.080 procesos urgentes, y de ellos, 94.119 fueron visitas propias del Servicio.
Si bien en 2021 las urgencias vistas en el Servicio hospitalario aumentaron en 20.326 respecto a 2020, la cifra de los pacientes vistos el pasado año fue un 18,4% inferior a los que se atendieron en 2019.
De esta cifra, un 13% de pacientes precisó ingreso hospitalario, porcentaje que según el jefe del Servicio ha bajado en casi dos puntos y medio respecto a todo el 2020, donde el 15,4% de las personas vistas en este recurso ingresaron. El 2019 un 11% de las urgencias ingresaban en planta, media similar a años anteriores.
En cuanto al número de refrecuentaciones en el Servicio de Urgencias antes de las 72 horas del alta, el doctor Perales indicó que en 2021 se produjeron 2.967, lo que supone un 3,5% del total de visitas a este dispositivo, es decir, que el mismo paciente acudió más veces por el mismo motivo de salud que lo hizo la primera.
Los tiempos de espera media que una persona que acude al Servicio de Urgencias del Hospital tiene que soportar apenas han sufrido variación entre 2021 y 2020. En concreto, entre las tres y las seis horas, sin contar con los que tienen son monitorizados en el área de Observación, esperan un 29,3% de los usuarios, mientras que los que permanecen más de seis horas en este recurso son un 15,1% del total, lo que significa que en torno a un 50% de las personas que acuden a Urgencias espera menos de tres horas. El límite de espera media se sitúa entre las cuatro horas.
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