En la vida solemos movernos por motivaciones y seguramente no haya una mayor para un deportista que participa en los Juegos Olímpicos. David Castro empezó en el triatlón con ese sueño y lo tiene al alcance de la mano tras su excelente proyección en los dos últimos años. Una madurez que le ha llevado a competir entre los más grandes en las principales competiciones mundiales y que espera sea clave para lograr ese objetivo marcado en el calendario, París 2024.
Aunque la temporada 2023 acabó tarde, a mediados de diciembre ya estaba Castro realizando pretemporada en Canarias. Ahora sigue su preparación en casa, en LaRoda, participando en pruebas «que sirvan para fortalecerme mentalmente más que físicamente». En la San Silvestre de Albacete quedó segundo, aunque «mi entrenador me tiene que frenar y como me conoce me metió unas series muy duras antes de la San Silvestre para que pudiera ir a tope». Este domingo participará en el Cross de Elgoibar «una prueba muy dura, que servirá para fortalecerme» y el día 15 en el Campeonato de Campo a Través de Castilla-La Mancha «que se celebra en La Roda, por donde yo suelo entrenar, así que me hace mucha ilusión».
Este 2023 está encaminado a luchar por una de las tres plazas que tienen los españoles en la prueba de triatlón de los Juegos Olímpicos. Ahora mismo está el cuarto, pero con la ventaja de tener menos resultados que computan que sus predecesores.
«El periodo de clasificación se divide en dos periodos», explica Castro. «El primero empezó en mayo de 2022 y finalizará en mayo de 2023. Quedan cuatro o cinco pruebas de este primer periodo y mientras los rivales solo pueden mejorar sus resultados yo tengo todavía la oportunidad de sumar entero uno de ellos». Ahora mismo está el 27 en el ranking olímpico y solo Francia tiene metidos a más triatletas entre los 30 primeros que España.
En el calendario tiene marcado como primera oportunidad para lograr esos puntos la prueba de las Series Mundiales que serán en Abu Dabi el 3 de marzo. Luego habrá dos Copas del Mundo, en Australia y Nueva Zelanda, entre marzo y abril. «Dependiendo de como salgan tocará hacer algo más en mayo o resetear el cuerpo de cara al segundo periodo de clasificación olímpica».
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