Reunida la Junta Local de Seguridad, previa a las fiestas de Isso, la única que se realiza con motivo de la festividad de una pedanía de Hellín «por sus epeciales circunstancias, su singularidad, ser diferentes al resto y contar con 2.200 habitantes», según explicó el alcalde, Ramón García, que presidió la sesión junto al   subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa. Para el alcalde, la singularidad de estas fiestas viene dada por «los encierros, a los que no solo acuden los vecinos de Isso y de Hellín, ya que son un reclamo para personas de los pueblos de las comarcas de Campos de Hellín y la Sierra del Segura, por eso son especiales y cuentan con varios puntos conflictivos». García reseñó como principales aspectos a tener en cuenta y para los que se acordó un plan especial de seguridad, con efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, «empezando por la cabalgata de apertura, que todos los años genera más de un problema, los encierros y el botellón. En la Junta, que ha sido corta, hemos pensado en el plan de seguridad, teniendo claro cuáles son los problemas principales y la manera de resolverlos». El primer edil aprovechó la presencia de los medios de comunicación para hacer un llamamiento «a la responsabilidad de los vecinos, especialmente durante los encierros y, de manera especial a los padres con respecto a los menores, ya que algunos años hemos sufrido algún incidente ocasionado por un menor en el recorrido de las reses. Que tengan en cuenta que aunque se redoblen esfuerzos y efectivos de Policía y Guardia Civil, no se pueden controlar todos los accesos».

La novedad de la vereda. Ramón García dio cuenta de «la gran novedad de las fiestas de este año, y es que se recupera la vereda de los toros del domingo a las 10, desde Mingogil a Isso, organizada por la Asociación de Amigos del Caballo, máximos responsables que tienen claro lo que hay que hacer. Esperemos que todo salga bien y vuelvo a pedir respeto y prudencia para que no tengamos que lamentar ninguna desgracia». El subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa, quiso unirse a la petición «de prudencia y responsabilidad de todos. Es verdad que hay ganas de fiestas después de tres años sin celebrarlas, y además presentan la novedad de la vereda, que es un traslado de reses, no es un espectáculo y quienes acompañen el traslado que tengan en cuenta que son toros y entrañan una gran responsabilidad». Explicó que habrá un estricto control por parte de la Guardia Civil y se realizará una reunión previa con los organizadores «para que sepan qué es lo que se puede y no se puede hacer». Y recordó que habrá un dispositivo especial de la Guardia Civil en la pedanía y de la Policía Nacional en Hellín, que se reforzará con más unidades y patrullas para realizar «controles de alcohol y drogas en entradas y salidas durante las 24 horas, todos los días que duren las fiestas para evitar que se generen accidentes o haya gente que incurra en algún tipo de delito, ya que son muchas personas las que se desplazan de otras localidades para disfrutar de estas fiestas y no queremos que haya conductores que se pongan al volante de manera inapropiada».