Por desgracia no todos los crímenes tienen la misma repercusión, y hay todavía algunos casos por resolver pese al paso de los años. Entre esos casos está el de la muerte a tiros de Raúl Molina, el albacetense de 30 años cuyo cadáver se encontró en el maletero de su coche, en el término municipal de Montalbo, Cuenca, junto a la autovía A-3 camino de Madrid. El hallazgo del cuerpo, dentro del vehículo al que habían prendido fuego, fue el 5 de marzo de 2004, pocos días antes de que los atentados terroristas de los trenes de Atocha enterraran cualquier otra noticia en España.
La muerte violenta de Raúl está por resolver pero no la olvidan sus allegados. No la olvida su madre, Antonia Romero, que intenta que la opinión pública también sepa que quienes asesinaron a su hijo siguen libres. Cuando se van a cumplir 16 años del crimen, su madre pedía que la justicia actúe, aunque sea con tantos años pasados. «Nadie da la cara, no sé si tienen miedo o qué, pero nadie abre la boca; el juzgado sigue teniendo el caso en investigación, supuestamente saben quiénes son los criminales, pero aquí nadie hace nada, no sé por qué», aseguraba ayer Antonia, que espera con sufrimiento un 4 de marzo más, la fecha en la que tuvo por última vez contacto con su hijo.
Ha contado esa última llamada una y otra vez: «Él se había ido a vivir a Pozo Cañada con una chica como un mes y medio antes, y esa tarde del 4 me llamó a las tres y cuarto de la tarde, que venía para Albacete, que es donde yo vivo, pero nunca llegó».
Dos días después recibieron el aviso de que su hijo había sido encontrado dentro del coche de su propiedad (un coche que había comprado un día antes), en un pajar del municipio conquense, con tres disparos. El cadáver estaba en Madrid. «Tardaron un mes y medio en entregárnoslo», recuerda su madre, una demora que tuvo que ver con los graves atentados yihadistas con bombas en Madrid.
«SiN AYUDA». La madre de Raúl explica hoy que muchas veces piensa en tirar la toalla, pero no renuncia a que un día los asesinos de su hijo estén entre rejas: «Va a hacer 16 años que lo mataron, y a mi nadie me ayuda en nada; hay testigos, se ve que sí saben quién son. Solo quiero que haya justicia, que los criminales estén en la cárcel; quiero que a quienes lo hicieron se les remueva la conciencia al leer esto, verles en la cárcel antes de morirme, porque llevo 16 años peleando yo sola»
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