Las cañadas reales, las que reguló Alfonso X, se volvieron ayer a regular en las Cortes regionales. Realmente se abordó una modificación de la Ley de Vías Pecuarias, en las que también entran cordeles o veredas, aquellos caminos que han sido tradicionalmente utilizados para el paso de ganado, sobre todo para la práctica de la trashumancia que consiste en llevar los rebaños y manadas al norte cuando llega el verano donde hay más pasto y luego volver al sur para el frío. 

«Deberíamos estar orgullosos y agradecidos de que se hayan mantenido cientos de años», expuso el diputado del PP Benjamín Prieto en la Comisión de esta mañana en la que se debatieron las enmiendas que presentaron los partidos a esta reforma. Reconoció que «aunque su uso sea testimonial, esperamos que no se pierda ese testimonio».  

En este sentido, Prieto aprovechó la ocasión para recalcar que en algunos puntos estas vías se han convertido en vertederos ilegales y pide a la Junta que se dedique a «eliminar residuos, vertidos, escombros, que hay en algunas vías pecuarias». 

Aunque el mantenimiento de las mismas corresponde a la Junta, esta labor de conservación se pasa a los ayuntamientos si integran esta vía en un Programa de Actuación Urbanizadora y la incorporan como infraestructura verde del municipio. El PP proponía quitar esta obligación para los ayuntamientos. Cree que si no hay alteración urbanística y se trata de la conservación ordinaria, la debe hacer la Junta. 

El PP también quería que se quite a los ayuntamientos la obligación de señalizar los tramos de las vías pecuarias en suelo urbano, pues recuerda que hay muchos pueblos pequeños con pocos recursos. 

El PSOE rechazó estas enmiendas y todas las demás del PP. Julián Martínez Lizán cree que es bueno dejar esa labor de conservación en los ayuntamientos en esos casos de actuaciones urbanizadoras porque así se da «claridad sobre las competencias». En cuanto a la señalización, cree que hay fórmulas para llegar a convenios de colaboración para financiar ese gasto a los pueblos.

Lizán lamentó que «por desgracia no se ven muchos animales circulando», pero reivindicó que estos caminos son un patrimonio y que «es importante entender la responsabilidad de mantenerlos poder seguir utilizándolos y hacer varios usos compatibles, como deportivos».

La Ley permite a particulares, asociaciones y otros organismos llevar actuaciones de acondicionamiento y mejora de las vías pecuarias. La normativa da a la Junta un año de plazo para autorizar estas actuaciones, pero Ciudadanos propuso una enmienda para recortarlo a medio año. El PSOE aceptó esta propuesta de la formación naranja, que sí salió adelante.