Declaran nueve brotes este año por intoxicación alimentaria

Teresa Roldán
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El problema es que cerca del 40% de los casos de infecciones por patógenos en alimentos no se detectan y no se registran

Una frutera introduce la fruta y verdura comprada por el cliente en su carro de la compra. - Foto: Óscar Solorzano

Durante lo que llevamos de año 2022 se han declarado antes las autoridades sanitarias de Salud Pública de la Delegación de Sanidad de Albacete, nueve brotes causados por diversas intoxicaciones alimentarias, ocho en establecimientos públicos y uno en el ámbito familiar. Se trata de brotes que se han manifestado con infecciones gastrointestinales, y que por lo general  cursan con diarreas y vómitos, causados por alimentos o bebidas como el agua en mal estado, lo que se conoce como intoxicaciones alimentarias o toxiinfecciones. Estos nueve brotes  han afectado a 96 personas en toda la provincia. 

Sin embargo, el problema de los brotes por toxiinfecciones alimentarias es que más de un tercio, en torno a un 40% de los casos no se detectan ni declaran a Sanidad, ya se hayan producido en el ámbito familiar o en locales públicos controlados por la administración, «porque los médicos declaran los brotes cuando afectan a más de dos personas, hay casos aislados que se pierden, también porque los síntomas son muy leves y apenas tienen repercusión», según el jefe de sección de Supervisión y Auditorías de la Dirección Provincial de Sanidad de Albacete, Francisco Pedregal, que detalló que el único brote en el ámbito familiar declarado el año pasado afectó a tres personas, mientras que los ocho producidos en establecimientos públicos repercutieron en 93 personas.

De estos últimos, dos brotes se produjeron en dos residencias de mayores, uno de ellos con más de 30 afectados; otro en un establecimiento de comidas preparadas; uno más en un local dedicado a la organización de actividades lúdicas para niños; y otro en un bar de una piscina de verano. Éste último causó un brote por salmonella debido a los caracoles, que se cobró nueve enfermos y tres de ellos precisaron ingreso hospitalario.

Pedregal precisó que este año se han registrado cuatro brotes debidos a norovirus (el virus más frecuente que produce el 14% de todas las intoxicaciones alimentarias, pero muy benigno), pero que no provocó ningún ingreso hospitalario; dos por salmonella (uno de ellos en el bar de piscina), con 14 infectados; otro que no se descubrió la causa, que afectó a los dos hijos de la dueña del local aunque podrían haberse contagiado fuera de ese establecimiento público; y otro motivado por la bacteria clostridium perfringens, que es habitual y se debió a una comida de macarrones con carne picada, que afectó a 24 jóvenes que  habían participado en una competición deportiva, pero si bien precisaron atención médica, no requirieron ingreso hospitalario.

En 2021 las cifras fueron parecidas a las de este año, con seis brotes declarados y 97 afectados. Muchos de esos brotes se debieron a salmonella que provocó 42 intoxicados (uno de ellos fue en un restaurante y hubo que cerrarlo, porque de los seis manipuladores cinco eran portadores del virus); otro brote importante ocurrido el año pasado se produjo en una empresa dedicada al envasado de ajos, ya que la totalidad de sus trabajadores, 40 acudieron el mismo día a Urgencias con síntomas compatibles con una reacción alérgica o una intoxicación con picor de ojos, congestión nasal y sarpullido en las zonas de exposición de la piel; las investigaciones y pruebas realizadas no llegaron a ninguna conclusión sobre el origen del patógeno causante de los síntomas, aunque todo apunta a que fue un fotosanitario empleado en los ajos. En 2020 debido a la situación de alarma que llevó al confinamiento de la población por la pandemia del coronavirus y el cierre total o parcial durante buena parte del año de los locales de hostelería apenas se comunicaron tres brotes por toxiinfecciones hospitalarias. En 2019 se declararon siete brotes que afectaron a 58 personas, uno de ellos se produjo en el ámbito familiar causado por listeriosis por una falta de higiene que produjo una contaminación cruzada. 

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