Cristina Gómez está de enhorabuena. La bailarina y coreógrafa albacetense cierra un año lleno de premios y buenas noticias y afronta este año con importantes proyectos.

Sin duda, un buen año para su compañía.

Te matizo, me siento rara cuando me dicen que tengo una compañía. Yo hago, en general, espectáculos de pequeño formato, que a veces son solos, y asocio compañía a algo con más gente. En cada proyecto cuento con un equipo artístico que, a veces repito, como ocurre con Carlos Molina, que ha iluminado todos mis espectáculos. Soy más una artista autogestinada o freelance. En su día con EnÁmbar Danza, sí sonaba más así.

Un 2022 cerrado con importantes  premios.

Así es, en 2022, por primera vez, he tenido varios premios. En octubre nos presentamos a un certamen coreográfico que hace el Festival Circuito Bucles, junto con Carme Teatre, en Valencia, donde presentamos un extracto  de  Anhel y nos dieron el primer premio. Con la dotación del mismo, vamos a hacer un montaje de videodanza. Pero los más importantes han sido las nominaciones y luego los premios de las Artes Escénicas Valencianas, que se otorgaron en Alicante, con el premio al mejor espectáculo de danza, para Anhel. También tuvimos el de mejor dirección coreográfica, compartido con Anna Estellés, y el de mejor bailarina, que fue para Paloma Calderón. 

¿Qué es Anhel?

Anhel es una pieza  que cabalga entre la danza, la performance, el teatro físico. Así como yo, en otros espectáculos uso otros lenguajes, vídeo, texto, esta vez es puro cuerpo, sin escenografía, con música.  Anhel se adentra en la esencia animal de la condición humana, que habla de y desde la crudeza de los cuerpos y explora o muestra la belleza del deseo. Es una pieza irreverente y muestra lugares olvidados, con muchas imágenes que son una relectura de lo que podría ser estar dentro de un útero. También habla de la necesidad del contacto físico, del emocional y es muy plástica, con un punto muy salvaje, pero a la vez, muy bello.  

¿Coreografías suyas?

Es una idea que parte de mí y que dirijo a nivel global, porque no es solo un proyecto escénico, porque tiene también una parte audiovisual y fotográfica. Llevo la cordinación de todo y la idea partió de mí, pero tengo un equipo estupendo, con Anna Estellés, que es directora de escena y artista visual. Ella me ha ayudado a dirigir y luego, la coreografía la firmamos Paloma Calderón y yo, con iluminación de Carlos Molina, que ha hecho algo impresionante. 

En Albacete no ha presentado aún Anhel.

No sé por qué no ha venido, eso se lo tendrías que pregunar a quien programa. Desde luego, me gustaría mucho  traer Anhel a Albacete. La presenté a la Feria de Artes Escénicas de Castilla-La Mancha, pero no la seleccionaron.

¿Lo más inmediato será el proyecto de videodanza?

Sí, en la pieza, a veces parace que  estamos haciendo esculturas humanas. Entonces, este proyecto, desde el principio, fotográficamente es muy potente y también en el terreno audivisual, coun un toque cinematográfico también. Cuando nos dieron el premio de Bucles, pensamos en la grabación, que será este mes y dirigirá Gema Iglesias. Lo que está pasando con Anhel es muy bonito, porque inicialmente partió de una colaboración que hice con un fotógrafo, Josep Escuin, que se convirtió en una exposición y ahí es cuando surgió la oportunidad de hacer una performance apoyando la exposición y nace Anhel, este dúo, que va por otro lado.  

Hay otra versión de Anhel.

Hicimos De hueso y piel, la versión para espacios exteriores, un poco más corta, pero también es diferente y ahora, con la videodanza va a pasar lo mismo, va a ser diferente e irá da distintos festivales. 

¿Hay planes para una nueva creación?

Tengo también muchas actuaciones también con Dance is my heroine, que es mi proyecto anterior. Me gustaría, ahora que bajo un poquito el ritmo, crear o más bien recrear, porque mi idea para 2023 no es empezar algo nuevo, quiero saborear Anhel y seguir desarrollando Dance is my heroine, que es un proyecto de vida.