Albacete no es La Coruña, ciudad con muchos días de precipitaciones a lo largo del año, pero aquí también llueve algunas veces y cuando hay previsión de que lo haga la mayoría de ciudadanos salen a la calle con paraguas. Si no llueve se pasea el paraguas y, quizás, por la falta de costumbre, hasta se pierda, pero si cae el líquido elemento casi todos lo abrirán para protegerse, aunque si uno pasa por debajo de unos balcones o por una zona de soportales también es posible que lo cierre, por comodidad y, porque, es obvio, no se mojará. 
El Covid-19 es la lluvia y la mascarilla es el paraguas y, ante la tormenta que tenemos encima, vía contagios disparados, el presidente del Gobierno de España, tras una comparecencia dominical para decir que se reuniría con urgencia con los presidentes regionales -lo hizo tres días después, ¡menudas prisas!- y la posterior cita, compareció para decirnos a los españoles que si llueve usemos el paraguas. A mí me vino a la mente la famosa frase de Emilio Butragueño sobre el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, cuando dijo que era un ser superior, aunque con el calificativo contrario para Sánchez, porque como le dijo Capone a Eliot Ness, en el pasaje final de Los Intocables, «solo sabe hablar y presumir de chapa», en este caso de cargo.
Esa es la triste realidad de gran parte de nuestra clase política, ya sean dirigentes o estén en la oposición, pero, como ya está dicho, disfrutemos, con responsabilidad, de la Navidad. Felices fiestas a todos, incluida nuestra clase política.