Piden 36 años de cárcel para el acusado de asesinato intentado

J.G.
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Entre las víctimas se encuentran la propietaria del restaurante chino donde el procesado trabajaba como cocinero, su hijo, la novia de éste y una camarera

Imagen del restaurante chino, después de los apuñalamientos. - Foto: Rubén Serrallé

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial juzgará el provincial el próximo lunes al cocinero chino acusado de intentar matar a cuatro personas en el restaurante en el que trabajaba, entre los que se encontraban la propietaria del establecimiento, su hijo, la novia de éste y una camarera del restaurante. Unos hechos por los que la Fiscalía solicita para él 36 años de prisión.

 

Según el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar sobre las 19,45 horas del 26 de junio de 2021, cuando el acusado A.L., nacido en China, con ánimo de acabar con la vida de quienes éste entendía que le perjudicaban, se personó en un conocido restaurante chino de la ciudad, donde trabajaba, propiedad de Y.L., que regenta el establecimiento junto a su hijo, J.B.

 

El acusado se dirigió hacia la mesa donde se encontraba comiendo la propietaria y en estado excitado y nervioso, por sus condiciones laborales y su estado de salud. Como su jefa se levantó, ignorándolo, el acusado se dirigió a la entrada de la cocina, donde siguió reprochando al otro propietario, J.B., que cuando le acompañaba al médico no traducía bien, alterándose más y tirando cosas al suelo.

 

Por esta razón, la novia de J.B. comenzó a grabar la escena con el teléfono, a lo que el acusado reaccionó pidiéndole que parase de grabar, porque si no iba a matar a todos. A continuación cogió un cuchillo de 17 centímetros de hoja, que había sobre la encimera y se dirigió a la novia de su jefe, lanzándole una cuchillada con intención de causarle la muerte.

 

Sin embargo, no consiguió su propósito, ya que la dueña del establecimiento empujó al acusado, para evitar que apuñalara a su nuera, interponiéndose ésta, por lo que el acusado, actuando con idéntico ánimo de causarle la muerte, le asestó varias cuchilladas por todo el cuerpo, por lo que cayó al suelo, donde siguió apuñalándola, hasta que consiguió levantarse y salir a la calle para pedir ayuda, algo que consiguió al ser ayudada por un repartidor de comida, que le arrojó al acusado una silla, mientras el acusado le decía a la dueña que a ella ya la había matado y que ahora iba a matar a toda su familia.

 

Después se dirigió contra el hijo de la dueña, J. B., al que clavó un cuchillo por la espalda, de forma sorpresiva y súbita y cuando éste se giró, continuó lanzándole puñaladas en la cara, interponiendo la víctima sus brazos para evitarlo. Finalmente la víctima cayó al suelo y el acusado salió de la cocina y al volver a entrar, le volvió a acuchillar esta vez en la pierna y en el brazo, donde quedó clavado el cuchillo, mientras la víctima trataba de esconderse bajo los fogones.

 

El acusado no logró su objetivo de acabar con la vida de su jefe, por la intervención de un ayudante de cocina, el cual le lanzó un mueble de cocina, para evitar que lo matara.

 

En ese momento, X.Z., camarera del establecimiento se encontraba en la barra, cuando sonó el teléfono por la llamada de un cliente, y esta lo atendió, por lo que el acusado, creyendo que estaba llamando a la Policía, se aproximó a la misma por la espalda y con intención de causarle la muerte, le cortó el cuello con un hacha de cocina de grandes dimensiones, de más de 20 centímetros de hoja.

 

Una vez que fue detenido por la Policía, le dijo a la novia de su jefe: "Tú no te escapas, has tenido suerte, la próxima vez te mato a ti también".

 

Afortunadamente, ninguna de las víctimas perdió la vida.