La edad media de los ancianos ingresados creció ocho años

T.R
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Los profesionales de la materia ya hablan de un nuevo modelo de atención sanitaria tanto en Primaria como en Especializada que deberá implementarse en los próximos años para hacer frente al aumento de la esperanza de vida

Una enfermera del ECA de Geriatría toma la tensión a una paciente con patología aguda en su domicilio. - Foto: Rubén Serrallé

La esperanza de vida de los albacetenses sigue aumentando, como lo hace la de los españoles en general. Así si en 2016 era de 83,2 años, en 2017 se situó en los 83,48 años. La esperanza de vida de una persona es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de comportamiento. Si bien sobre la genética que heredamos al nacer apenas podemos intervenir, sí en cambio podemos hacerlo sobre las condiciones ambientales y los hábitos que influyen en que tengamos una buena o mala salud. Con 83,1 años de esperanza media de vida, España es el cuarto país más longevo del mundo, y los últimos estudios apuntan a que si no cambia la tendencia actual en el año 2040 podemos alcanzar los 85,8 años y ocupar el primer lugar.

Además, de las 40 principales causas de muerte en el mundo, 33 reducen más la vida de los hombres que de las mujeres. Como consecuencia de ello la esperanza de una mujer albacetense es casi cinco puntos superior a la de un hombre de esta provincia, según la última estadística publicada por el INE, la de 2017, que otorgaba a las mujeres de esta provincia una esperanza de vida de 85,92 años, frente a 81,08 de los hombres. Además una niña nacida hoy vivirá 74,2 años de promedio, 4,4 más que un varón.

Desde el 2010 hasta ahora la esperanza de vida en la provincia de Albacete sumando ambos sexos ha crecido en casi un punto, ya que ese año era del 82,65 y ahora del 83,48. Se trata de una tendencia lentamente progresiva ya que hace 25 años la edad media de los pacientes ingresados en Geriatría en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) era de 80 años y ahora es de 88 años, lo que representa un aumento de ocho años, «una auténtica barbaridad», en opinión del jefe del Servicio de Geriatría del Área Integrada de Albacete, el doctor Pedro Abizanda.

Vivimos más y eso se traduce en que hay más personas con deterioros funcionales y síndromes geriátricos, una situación que requiere un cambio en el modelo de atención sanitaria para los próximos años.

Buena prueba de ello es que aproximadamente el 40%de los pacientes que ingresan en Geriatría del Hospital Perpetuo Socorro son mayores de 90 años. «Esta es una realidad en todos los hospitales de España, porque más del 50% de las personas hospitalizadas tienen más de 50 años», agregó el doctor Abizanda, que destacó que es lo que se llama en Geriatría la tercera transición, tras la segunda que fue pasar de tener enfermedades infecciosas a crónicas.

En el servicio de Geriatría del CHUAya están dando los primeros pasos para ese cambio de modelo, ya que los esfuerzos se centran en prevenir el delirio, además de abordar las patologías más prevalentes entre los mayores como es la insuficiencia cardíaca y las enfermedades respiratorias, con el desarrollo de programas de prevención de la salud, ejercicio físico  y nutrición, terapia ocupacional y  prevención del delirio.

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