Aplican anticuerpos monoclonales a pacientes con migraña

T.R.
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En la actualidad son 200 los enfermos con cefalea altamente prevalente, tratados en la consulta monográfica del centro, 150 de ellos mediante toxina botulínica

La doctora Ana Belén Perona realiza una infiltración de tóxina botulínica. - Foto: Ví­ctor Fernández Molina

El dolor de cabeza es la causa más frecuente de consulta en Neurología. En su forma más leve las cefaleas son tratadas por los especialistas de Medicina de Familia, y sólo los casos más graves, los refractarios a los tratamientos convencionales, son derivados a los especialistas de Neurología, que a su vez envían a los pacientes que no responden a los fármacos y terapias habituales a la consulta monográfica de cefaleas, que en su primer año de funcionamiento ha tratado ya a 200 pacientes  con migraña, que es la cefalea crónica más frecuente.

Precisamente ayer se conmemoró el Día Mundial de Acción contra la Migraña, uno de los tipos de cefaleas más prevalentes y con una gran discapacidad asociada que afecta a cerca de un 15% de la población.

Esta enfermedad neurológica representa, según la doctora Ana Belén Perona, neuróloga del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, la segunda causa de discapacidad en personas jóvenes, que debido a esta dolencia pueden ver muy limitada su vida laboral.

Diagnóstico precoz. La buena noticia es que afortunadamente cada vez se diagnostica de forma más frecuente y precoz y eso ayuda a muchos pacientes a recibir los tratamientos adecuados y a mejorar su calidad de vida. La mala es que a día de hoy, a pesar de los muchos avances que se han introducido en el abordaje de esta patología, no existe ningún tratamiento que cure la migraña crónica refractaria, que es altamente invalidante y que afecta al dos por ciento de la población.

La doctora Perona aclaró que en la actualidad son 150 los pacientes que reciben cada cierto tiempo, tres o seis meses, según los casos, infiltraciones de toxina botulínica para combatir la migraña refractaria que sufren y reducir el número de crisis mensuales, un tratamiento que en su opinión «ha supuesto un mejor control de las crisis migrañosas para esos pacientes que no respondían a otras terapias farmacológicas».