Los profesionales de la danza reivindican mayor visibilidad

Recdacción
-

Esteban Berlanga, Jaime Segura, Ángel Martínez, Pilar Arteseros y Enrique Sáez, todos ellos bailarines de Albacete que han hecho de la danza su vida profesional, reflexionaron sobre las satisfacciones de esta carrera y los sacrificios que conlleva

Un momento de la tertulia en el Museo Municipal de Albacete. - Foto: Ayuntamiento

Con motivo del Día Internacional de la Danza, la Concejalía de Cultura celebró una tertulia para conocer la experiencia de albacetenses que bailan como profesionales de la danza en compañías europeas.

En esta tertulia participaron desde sus actuales destinos los bailarines Esteban Berlanga (Ballet de Zurich-Suiza), Pilar Arteseros (Ballet Nacional de Danza), Jaime Segura (Teatro Estatal de Nüremberg-Alemania), Ángel Martínez (Ópera Nacional de Atenas-Grecia) y Enrique Sáez (Teatro de la Ciudad de Münster-Alemania). María Pilar Fernández, que actualmente compatibiliza sus estudios superiores en Madrid con su trabajo en la Tanzcompany Innsbruck, de Austria, ofreció su testimonio a través de un vídeo, pues sus compromisos profesionales le impidieron participar en esta videoconferencia.

Durante esta conversación, moderada por la concejala de Cultura, Teresa García Arce y que fue seguida por familiares y profesores de los protagonistas, desde el Museo Municipal de Albacete, los cuatro bailarines y Pilar Arteseros, tuvieron ocasión de hablar de su trayectoria y poner en común las dificultades con las que se han encontrado para sacar adelante una carrera profesional y las muchas satisfacciones que ésta les está reportando.

Asimismo, valoraron la iniciativa de la Concejalía de Cultura, de dar una mayor visibilidad a la danza con exposiciones en la calle y ofreciendo escenarios en los que actuar a los bailarines y bailarinas de los conservatorios de la ciudad. “Mi deseo es que esta iniciativa no muera, que nos unamos todos en torno a la danza, da igual que sea ballet clásico o contemporáneo, zumba, salsa o folclore, mi posición como bailarín es que no perdamos la pasión por bailar y animar a la ciudadanía a ver espectáculos de danza”, recalcó Esteban Berlanga.

Todos ellos coincidieron en destacar el sacrificio y la valentía que exige formarse y emprender una carrera profesional en el mundo de la danza, no solo por las muchas horas de dedicación que exige, sino también por la falta de comprensión social y las dificultades que deben de sortear. Entre otras, la complejidad de compatibilizar los estudios de Bachillerato o universitarios con el conservatorio o las escasas ayudas económicas para afrontar una carrera que es costosa.

Esteban Berlanga recordó, por ejemplo, como su madre se trasladó a vivir a Albacete para que él pudiera estudiar danza, dejando a parte de la familia en su pueblo natal, Motilleja; mientras que Pilar Arteseros, rememoró que con tan solo 13 años se tuvo que marchar a Alicante porque, en aquellos momentos, Albacete carecía del Grado Profesional de Danza, que más tarde se implantó en buena medida por la presión de las familias. Hoy, en la ciudad, hay dos conservatorios que ofrecen estudios profesionales de Danza.

Tanto sacrificio, personal y familiar, se ve compensado con las grandes satisfacciones que relataron les ha aportado la danza, cada uno de ellos en su especialidad. No obstante, aunque todos los participantes han alcanzado la meta de bailar en importantes compañías europeas, coincidieron en la importancia de apoyar a todas aquellas personas que sientan la danza y se aventuren en esta disciplina, -que consideran tan cercana al arte como al deporte-, con independencia del nivel que alcancen.

Igualmente, valoraron que en los escenarios de Albacete cada vez haya más espectáculos de danza, si bien aún reivindicaron una mayor presencia de esta disciplina, para hacerla más visible y educar al gran público, como ocurre en otros países europeos.

En este sentido, Jaime Segura, que con 25 años es solista en el Teatro Estatal de Nüremberg, en Alemania, aludió a la experiencia que adquirió en la República Checa, donde estuvo cuatro años bailando en el Teatro Nacional de Brno.

Por su parte, Enrique Sáez Martínez, almanseño de nacimiento, subrayó lo costoso que resulta para los jóvenes los cursos de formación complementarios al conservatorio que es necesario hacer para encontrar oportunidades en compañías profesionales. En su caso, relató que gracias a una beca que le llevó a Mónaco, encontró una oportunidad en el Conservatorio de Holanda que cambió su carrera profesional. Actualmente, reside en Alemania, y trabaja para el Teatro de la Ciudad de Münster.

Desde Grecia, Ángel Martínez Sánchez hizo hincapié en la riqueza cultural de España y lo apreciada que es fuera de nuestro país, al tiempo que recalcó la importancia de apoyar a los niños y jóvenes a alcanzar sus sueños en aquello que se propongan.