El Barça olvidó el traspié de la Copa del Rey tras imponerse con mucho oficio al Panathinaikos en la jornada 25 de la Euroliga (81-92) gracias a una excelente segunda mitad de los blaugranas, que siguen con su magnífica racha en la máxima competición continental gracias a su sexta victoria consecutiva. Después de cinco años, el Barça pudo ganar en el díficil OAKA. Los pupilos de Svetislav Pesic fueron de menos a más, pero pudieron sobreponerse al conjunto griego e igualar al Real Madrid en la segunda plaza. La constancia de Higgins y el talento de Mirotic en los momentos decisivos fueron clave para que el triunfo viajase a Barcelona.

Los culés llegaron a perder por 11 y encadenaron varias fases que le hicieron pagar una cara factura. Tanto Calathes como Papagiannis hicieron las delicias de la afición helena y permitieron rentas importantes para el conjunto dirigido por Rick Pitino. Solo Higgins siguió el ritmo de los locales (28-22, min.13). Sin embargo, todo cambió en la segunda mitad con la mejoría defensiva del equipo catalán. El rebote y la dificultad para seleccionar los tiros en el Panathinaikos dieron alas a un Barça que creció de la mano de Abrines y Mirotic (59-55, min.26). El hispano-montegrino, en concreto, estuvo inspirado cuando más lo necesitaba el partido.

Davies también se sumó en la pintura y Delaney colaboró con tres triples que helaron al pabellón griego. La respuesta del Barça fue encomiable y el equipo de Pesic vio posible la remontada. Con un parcial de 0-8 llegó a ponerse por delante gracias a un tiro libre de Delaney (69-70) y acto seguido, tras dos nuevas canastas, apareció la muñeca milagrosa de Mirotic. El ex NBA logró un triple de casi 9 metros para llevar la renta a diez puntos (78-88) y dejar tiritando al PAO. Los de Pesic cerraron el partido con comodidad y acumulan seis triunfos seguidos tras Fenerbahçe, Estrella Roja, Zenit, Valencia y Milan. El Barça tiñó de blaugrana el famoso infierno verde y se levantó a la perfección tras la temprana eliminación copera.

El Barça olvida la Copa y el Valencia muere en la orilla - Foto: Miguel Ángel Polo

El Valencia cae en casa

La enorme competitividad de un Valencia Basket lastrado por las lesiones, entre ellas las de dos de sus tres bases, le permitió competir de tú a tú ante el Maccabi Tel Aviv, pero no le permitió superar al sólido equipo israelí comandado por los escurridizos Scottie Wilbekin y Tyler Dorsey (82-85).
Al Valencia le costó unos minutos arrancar ante un Maccabi muy rodado con Bryant como anotador principal. Se enganchó al encuentro el Valencia liderado por San Emeterio y la confianza hizo que empezaran a entrar los triples lo que unido al descaro de Colom permitió a los locales remontar 10 puntos y acabar el cuarto por delante (19-18, m.10).

Reaccionó el Maccabi pero los tiros abiertos de Tobey le dieron un nuevo impulso a los locales. Eso si perdió momentáneamente a Marinkovic y Ponsarnau tuvo que hacer debutar al joven Guillem Ferrando, que aguantó el tipo con soltura y con los puntos de Ndour (36-31, m.17). De hecho, consiguió llegar al descanso con esos mismo cincos puntos.

Regresó el Valencia más descansado y con un juego coral que desarboló la defensa visitante llevó su ventaja más allá de los 10 puntos con el despertar anotador de Dubljevic (48-35, m.22).

Finalmente en la segunda jugada del último cuarto el equipo israelí logró ponerse de nuevo por delante en el marcador impulsado por Avdija y Dorsey. Se sostuvo el Valencia apoyado en Labeyrie pero la iniciativa era ya del Maccabi, que tenía más energía y continuaba haciendo daño con sus dos pequeños.

Pero los de Ponsarnau se agarraron al partido y con un triple de un enorme Dubljevic volvió a ponerse por delante a falta de dos minutos (77-75, m.39). Pero Wilbekin y Dorsey contestaron con dos triples seguidos y el Maccabi entró con ventaja a un final apretado.

Un nuevo triple de Dubljevic dio esperanzas a los locales pero dos triples seguidos de Dorsey y Wilbekin sellaron el triunfo visitante ante un Valencia que pese a todo no dejó de buscar la prórroga.