¿Seguirán las pedanías de Tobarra el ejemplo de Alborajico?

G.G.
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Para el filólogo Francisco José Peña, «la antigua aldea de Alborajico fue uno de los primeros núcleos de población 'vaciados' de la comarca Campos de Hellín»

Imagen de una casa abandonada de Alborajico - Foto: G. González

La despoblación de las seis pedanías de Tobarra va siendo lenta pero progresiva, arrojando el último censo del INE  un total de 899 habitantes, que van de los 249 de Cordovilla a los 59 de Los Mardos que  parece encaminada a repetir el ejemplo de la que fuera aldea de Alborajico,  un caserío despoblado de Aljubé, que llegó a albergar a más de 300 personas. Se trata de uno de los caseríos y antigua aldea que han quedado despoblados dentro del término municipal de Tobarra. El lugar, cuyo nombre proviene del árabe y significa  la torre pequeña, debió ser fundado en la Edad Media, dado que junto al hoy abandonado caserío se halla un eremitorio visigodo datado entre los siglos IV y IX d. C.

Seis pedanías. En la actualidad Tobarra cuenta con seis pedanías que poco a poco van despoblándose, aunque en los últimos años algunas de ellas van ampliando levemente su población, como es el caso de tres de ellas,  Cordovilla,  Mora de Santa  y Sierra, mientras que las otras tres (Aljubé, Los Mardos y Santiago de Mora) han visto reducido el número de habitantes año a año. Solo las pedanías de Cordovilla y Santiago de Mora superan los doscientos habitantes, con 249 y 204 respectivamente. Les siguen las de Aljubé (que incluye Alborajico), con 172; Sierra con 147; Mora de Santa Quiteria con 68 y Los Mardos con 59. El filólogo tobarreño Francisco José Peña,  «la antigua aldea de Alborajico de Tobarra fue uno de los primeros núcleos de población vaciados de la comarca de los Campos de Hellín, ya que en los setenta abandonaron el lugar sus últimos habitantes, a pesar de haberse instalado allí un transformador de electricidad». Los más ancianos de Aljubé todavía recuerdan esos días cuando con la llegada de la luz eléctrica, se celebraban «grandes bailes  en primavera y cómo, aquel lugar, hoy semiderruido y silencioso,  bullía de vida». Parte de la familia de Francisco José Peña vivió allí a finales del siglo XIX y principios del XX, y explica que «a finales del siglo XIX, sin estadísticas fiables, se puede cifrar que Alborajico albergaba unas 300 personas aproximadamente, lo que en el Censo de 1921 eran 73 vecinos (aproximadamente 365 personas)». Alborajico, junto a Alboraj, «mantuvo su población en torno a los 90 habitantes hasta la Guerra Civil. Concluida la misma, cuando el padrón municipal de Tobarra creció, la aldea sumaba 101 vecinos en 1950, pero veinte años después se despobló por completo como consecuencia de la falta de infraestructuras básicas y la emigración de los años sesenta. Esperemos que no suceda lo mismo con otros núcleos locales». 

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