Vox está, aunque no lo parezca, en precampaña. Nunca en la Historia democrática de España, un candidato a la Presidencia permanecía tan oculto ante los medios. Ni entrevistas, ni ruedas de prensa, perfil bajo... Sin embargo, el pasado jueves hizo una excepción con una entrevista en una web minoritaria, que provocó una tormenta mediática. Yes que el líder del bloque de derechas, Santiago Abascal, abogó por un «cambio radical urgente» en la ley sobre tenencia de armas para que los españoles sin antecedentes y en pleno uso de sus facultades mentales puedan disponer de una en su casa y usarla en situaciones de amenaza real para su vida.

En el digital armas.es, el vasco argumentó que las leyes tratan a los delincuentes como víctimas y a los ciudadanos honrados como delincuentes y subrayó que hay que ampliar el concepto de legítima defensa. «Por supuesto que apoyamos el derecho a la autodefensa de los españoles de bien, faltaría más», afirmó el líder de Vox.

infierno judicial. Y, por eso, reclamó una reforma de la legislación para que los ciudadanos puedan disponer de un arma en su casa y usarla «sin tener que enfrentarse a un infierno judicial, a penas de cárcel o incluso a indemnizaciones a los familiares de los delincuentes que les asaltaron». De hecho, Abascal, amenazado por ETA, tiene licencia del tipo B para armas cortas, que autoriza a llevar encima pistolas o revólveres. 

 Con todo, explicó que su iniciativa no ha sido todavía detallada en «el extremo reglamentario». «Escucharemos a los profesionales y expertos, y sobre todo a la gente de la calle cuando haya que hacerlo»,  apuntó el político. 

El tsunami que provocaron estas explosivas declaraciones convirtió en un tema de debate a nivel nacional la propuesta de Vox.   

Por la mañana, cuando la caja de los truenos se había abierto, el portavoz del grupo en Andalucía, Alejandro Hernández, afirmó que no tienen «un juicio formado» acerca del debate sobre que los españoles puedan o no disponer de un arma en sus domicilios, si bien criticó la «demagogia» de la izquierda. 

A media tarde, en la cuenta de Twitter del partido, que se ha querellado contra Ada Colau por no dejarles usar el Palau Sant Jordi para un acto electoral similar al de Vistalegre, se señaló que no pretenden que se vendan armas de fuego en el supermercado ni que la gente vaya con ellas por la calle. Pero el debate estaba servido, y Vox, una vez más, en boca de todos.