La experiencia de la joven estudiante de enfermería Teresa Navarro ha supuesto para su vida "un cambio drástico,  y si volviera atrás y supiera que iba a ser tan dura tanto psicológica como fisícamente volvería a repetirla porque ante todo el sufrimiento las cosas buenas han ganado a las malas,  y eso no lo cambio por nada", señala a La Tribuna de Albacete.

Recuerda que estuvo muy sola los primeros días y dudaba de su capacidad para atender a Concepción "los sanitarios tenían mucho trabajo y solo pasaban cinco minutos que eran para mi importantísimos para sentir apoyo y que me contaran la evolución. Conforme pasaron los días crecía el ánimo y la fuerza porque Conchi respondía afirmativamente y a pasos agigantados y empezó a contarme cuánto quiere a sus hermanos y cuánto echa de menos a sus padres. Cuando la llamaba me contestaba con un ¿qué quieeeeres? como diciendo qué pesada".

Teresa Navarro asegura no haber tenido miedo al coronavirus,  "tenía las palabras grabadas en la cabeza de mi madre diciéndome que tener miedo atrae a todas las enfermedades posibles,  y te impide hacer lo que realmente está en tu mano". 

Villarrobledo felicita la labor voluntaria de Teresa Navarro

"Cuando nos dieron los papeles del alta me eché a llorar. Concepción va a estar en mi corazón para siempre y me ha puesto a prueba todo este tiempo. El destino ha querido que las dos superáramos algo juntas que cambiaría nuestra vida para siempre".