De Chindasvinto a Ramón García en Hellín

G. González
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Con la apuesta municipal en favor de la arqueología y el patrimonio y contra la despoblación, descubren un enclave visigodo en Loma Eugenia, uno de los seis proyectos arqueológicos de 2022 en Hellín

Imagen de las excavaciones que se llevan a cabo en Loma Eugenia - Foto: Museo de Semana Santa

En la escuela de hace varias generaciones los niños y niñas españoles teníamos que memorizar y declamar la larga lista de reyes godos y visigodos que mandaron en diversas zonas de la península ibérica, desde Ataúlfo, Sigerico y Teodorico, hasta Rodrigo, pasando, entre otros, por Witiza, Recaredo o Chindasvinto, un esfuerzo casi inútil para alumnos de Albacete, teniendo en cuenta la poca evidencia histórica reseñable sobre asentamientos en nuestra provincia..., ¡hasta ahora! Y es que, una vez iniciada «la excavación y estudio» de la aldea altomedieval de Loma Eugenia (uno de los seis proyectos arqueológicos que se van a realizar a a lo largo de 2022 en Hellín) merced al convenio firmado por el alcalde de Hellín, Ramón García, por parte del Ayuntamiento de Hellín y la Universidad de Alicante (UA), «se están documentando las primeras estructuras de un asentamiento rural de época visigoda». Los avances arqueológicos realizados desde que el pasado 11 de julio se inició el proyecto, según las directoras del proyecto, las doctoras Julia Sarabia y Victoria Amorós, de la UA, junto al técnico de patrimonio y director del Museo de Semana Santa de Hellín, Pablo Cánovas, «han confirmado la hipótesis de que en Loma Eugenia hubo una aldea de época visigoda, ligada al ámbito territorial del Tolmo».

En estos días de excavación, el equipo conformado por técnicos, licenciados y estudiantes de distintas universidades, se ha visto sorprendido «por la envergadura y calidad de los materiales y técnicas empleadas en las construcciones que están apareciendo, con un magnífico estado de conservación de los restos, que no esperábamos». Hasta la fecha, según se cuenta a La Tribuna de Albacete desde los responsables del proyecto, «se ha desenterrado un edificio rectangular de grandes dimensiones, con un importante nivel de derrumbe de teja curva, cuya función aún se desconoce, y se están llevando a cabo trabajos de distinta índole en la necrópolis del asentamiento, con el fin de determinar, a partir de los restos humanos encontrados, detalles sobre la dieta y posibles migraciones de los moradores de esta población campesina».

Explotación agraria. Se trataría de «una explotación agraria conformada por un asentamiento de un pequeño poblado y su necrópolis, que debió estar habitada entre finales del siglo VI y el siglo VII, que se despobló tras la conquista islámica del siglo octavo d. C.» La de este año es la primera campaña de excavación, aunque no es la primera vez que se actúa, ya que en 1993 la construcción de una balsa de riego, dejó al descubierto diversas tumbas «que forzaron la realización de un estudio de urgencia, con el fin de salvaguardar el lugar, documentándose más de una treintena de tumbas. Hoy se considera que este cementerio podría albergar alrededor de un centenar». En una visita realizada días después del inicio del proyecto, el alcalde de Hellín, Ramón García, recordó que el gobierno municipal «apuesta decididamente por la recuperación de nuestro patrimonio y, prueba de ello, es que se va a ampliar el convenio de colaboración con la Universidad de Alicante, incrementando la aportación económica municipal para 2023. Los hellineros debemos sentirnos orgullosos de nuestro territorio, en el que seis equipos de investigación están realizando proyectos este año». En la misma línea, Pablo Cánovas considera que «una manera de potenciar el ámbito rural y trabajar contra la despoblación es realizar proyectos que pueden generar riqueza y poner en valor el rico patrimonio local».