El Ayuntamiento de Albacete cerró al público el tanatorio municipal. Hasta hace unos días, se permitían velatorios de un máximo de 10 personas, pero desde el pasado lunes las instalaciones cerraron al público, aunque el trabajo para los empleados del tanatorio no ha parado. En estos días, tienen que atender numerosos fallecimientos por culpa de la pandemia del coronavirus, así como los servicios que son habituales en una ciudad de más de 170.000 habitantes como Albacete.
Tras el cierre al público de las instalaciones, el Ayuntamiento capitalino trabaja en una nueva instrucción municipal para informar a los familiares de personas fallecidas que «se procederá a la inhumación de sus seres queridos y no habrá incineraciones para no exceder la capacidad de cremaciones a las que están autorizados». Así lo indicaron fuentes municipales, que reseñaron que no se puede superar la capacidad del horno crematorio del cementerio de Albacete y, por ello, fruto de la excepcionalidad del contexto, se ha tomado esta decisión.
El equipo de Gobierno quiso agradecer la labor de los empleados municipales y de los trabajadores de las funerarias que han afrontado esta situación «con mucha profesionalidad».

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