La semana estuvo marcada por la noticia, publicada en exclusiva por La Tribuna de Albacete, de que la factoría de Airbus Helicopters recibió un encargo de 36 helicópteros por parte de los ministerios del Interior y Defensa, lo que supondrá una inversión de 178 millones de euros y la creación de 250 nuevos puestos de trabajo, a los que hay que sumar el mantenimiento de los actuales en la planta albacetense. En conclusión, que se garantiza carga de trabajo suficiente hasta 2036 para dar estabilidad a uno de los motores industriales de la capital manchega. Es una magnífica noticia para la ciudad y para su tejido empresarial, ya que esa noticia generará centenares de empleos indirectos. Esto es a corto y medio plazo, pero tenemos que levantar la mirada al largo plazo y preguntarnos si este empujón puede suponer el despegue definitivo del parque aeronáutico de Albacete.
Actualmente, los terrenos permanecen yermos, con pocas empresas asentadas y Albacete debe atraer a medianas y pequeñas empresas del sector aeronáutico para diversificar y no tener una apuesta en una sola carta. Parece que el proyecto del hub logístico de Airbus también va por buen camino, así que todo está encaminado, pero la ciudad precisa de infraestructuras auxiliares que favorezcan el desarrollo industrial y aeronáutico de Albacete. El puerto seco planteado y las comunicaciones rápidas por carretera son proyectos que deben materializarse en los próximos años si no se quiere perder una nueva oportunidad para que la capital pueda ser un punto estratégico en la economía del país.