Las jornadas van pasado y el Albacete sigue en el fondo de la tabla. Los buenos resultados que siguieron a la llegada de Alejandro Menéndez frenaron y, con un punto en las últimas cuatro jornadas, el equipo manchego es otra vez colista de Segunda. Desde el club se agarran a que solo están a dos puntos de la zona de permanencia, pero las buenas sensaciones que puede transmitir el equipo mueren ante su impotencia goleadora.
El pasado fin de semana se jugó un partido clave ante el Sabadell, no se ganó, pero tampoco se perdió. Este sábado a las 20,30 horas tiene el Alba otra prueba de fuego frente a un Logroñés que se está desinflado en la segunda vuelta y que afronta el choque sabiendo que una nueva derrota lo metería de lleno en la zona peligrosa. Si el partido es crucial para el Albacete, Alejandro Menéndez lo afronta con bajas importantes, ya que no contará con su mejor hombre, Álvaro Jiménez. Su aportación en ataque, tanto en el juego  como en las acciones a baló parado, se echará de menos en un partido donde no valen medias tintas y lo único positivo sería la victoria.
Además de Jiménez, el técnico no puede contar con el sancionado Arroyo, ni con el lesionado Diamanka. Ya está totalmente recuperado Carlos Isaac y puede ser la opción para cubrir la baja del cordobés en el extremo diestro, opción que ya utilizó el técnico  durante la sanción de tres partidos que tuvo que cumplir Jiménez en sus primeros partidos en el banquillo.

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