La desmedida Segunda División regresa al debate

C. Guzmán
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El abultado número de equipos de la categoría de plata, que se arrastra desde 1995, complica todavía más la reanudación de la competición tras el 'parón' por el Covid-19

Los jugadores saltan al terreno de juego durante el último partido disputado en el Carlos Belmonte. - Foto: Rubén Serrallé.

El azote del coronavirus y su incidencia en el ámbito deportivo, especialmente, en el fútbol, han reabierto un debate latente en las grandes ligas europeas, especialmente en la española, en lo referente a un calendario disparatado, cargado de partidos, y con severos problemas de ajuste en caso de algún imponderable. El Covid-19 y sus descarnadas consecuencias han supuesto la gota que colma el vaso, especialmente en una Segunda División de configuración irracional. La entonces LFP perdió una excelente oportunidad, allá por 1995, para racionalizar las categorías profesionales. Tras vulnerar la Ley del Deporte con el consentimiento de la Administración, el Sevilla y el Celta no perdieron la categoría, el Valladolid y el Albacete se mantuvieron en ella, y se alumbró un engendro de 22 equipos en Primera División que, con posterioridad, se transfirió a la Segunda. Desde entonces, en la categoría de plata se dibuja un calendario de 42 partidos por equipo, que llegan a los 46 si se alcanza la última eliminatorias de ascenso. El Albacete Balompié, por ejemplo, disputó 44 partidos en la campaña 2018-2019, que en realidad fueron 45 contando con el único que disputó en la Copa del Rey. Más cargados todavía anduvieron el Mallorca y el Deportivo de La Coruña, finalistas del playoff, que jugaron 48 y 47 partidos, respectivamente, computando igualmente sus respectivos compromisos coperos. (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)