Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Un país en ascuas

21/07/2022

España es hoy mismo un gigantesco brasero del que los más afectados intentan no perder cuanto le pueden rescatar al fuego que amenaza con sus brasas hasta las propias vidas de los más aquejados y que afrontan salir indemnes de esos parajes ya llenos de tizones y cenizas. Este es un país en ascuas más que en alerta, aterrado ante el oleaje de fuego, aunque no sorprendido. No cabe sorpresa alguna cuando tantas voces nos decían que podría ocurrir lo que está ocurriendo. El índice de riesgo meteorológico de incendios, con escasas lluvias y unas cada vez más elevadas temperaturas, lleva ya tiempo subiendo más de un punto por año. No es algo imprevisible como la pandemia o una posibilidad natural como la erupción de un volcán canario. El calentamiento global es ya indiscutible y fomentado por años, incluso siglos, de políticas erráticas de la humanidad. Sobre él hay muchas cuestiones que pueden ser discutibles, pero la realidad y lo que ocurre cada año sigue poniendo pesas en el platillo de la balanza que nos dice que el calentamiento global es una incuestionable razón para propiciar los terribles incendios forestales que tienen al país en ascuas.
Se apunta que el verano de 2022 será el peor de los últimos 10 años en esta materia. Mientras podemos seguir polemizando sobre el calentamiento del planeta. Es un tema del que desde hace unos años se habla mucho, pero, paradójicamente, se hace muy poco. De hecho dista mucho de ser un tema prioritario políticamente; y no solo en España, por desgracia tampoco parece ser preeminente en el resto de los grandes países con los que compartimos modelo social y aspiraciones de un futuro mejor. Compañeros de utopía.