Editorial

Los delitos sexuales suben de forma preocupante

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El endurecimiento de la legislación junto con la mayor concienciación de los ciudadanos hacen que cada día haya más denuncias, pero los datos son preocupantes

La Fiscalía Provincial de Albacete detectó un aumento considerable de los delitos sexuales en la provincia en el año 2021. Así se refleja en su Memoria de 2022, que recoge los datos del año anterior, el primero de la nueva normalidad después de la pandemia de Covid-19. Se podría decir que es lógico el aumento de los delitos sexuales si atendemos a que en 2020, las restricciones de movilidad provocaron un descenso generalizado de los delitos. Sin embargo, los datos de 2021 respecto al último año completo antes de la irrupción del coronavirus también reflejan un aumento significativo.

El delito sexual que más crece, siempre según la Fiscalía Provincial, es el de violación y agresiones sexuales, con un incremento del 30% respecto a 2020 yen un porcentaje similar respecto a 2019. Además, también aumentan los casos de carácter sexual en los que las víctimas son menores de 16 años, que se cuadruplican durante 12 meses.

En total, el incremento de los delitos sexuales registrados en los juzgados de la provincia albacetense se acerca al 24 por ciento con referencia en 2020, y rozan el 16 por ciento, respecto a 2019.

Son cifras preocupantes y las causas desconocidas para el fiscal jefe provincial, Juan Francisco Ríos Pintado, quien declara que desconoce «si estos problemas existían antes y la gente no los denunciaba y ahora sí se denuncian o es que hay un efectivo aumento de la delincuencia sexual».

El endurecimiento de la legislación junto con la mayor concienciación de los ciudadanos hacen que cada día haya más denuncias, pero los datos son preocupantes. En vez de registrar una tendencia a la baja, como debía ser la tendencia, los casos repuntan y deben llevar a la sociedad a reflexionar acerca de la consideración que hay respecto a las relaciones sexuales. Las generaciones de adolescentes reciben todos los días cientos de impactos de índole sexual, con las letras de las nuevas músicas como un claro ejemplo, que hacen que las políticas que combaten estos delitos sexuales no consigan su objetivo en muchas ocasiones.

En este sentido, la educación de las generaciones venideras debe replantearse, a tenor de los resultados paupérrimos, y hacer más hincapié tanto en la casa familiar como en los centros educativos. La sociedad y sus dirigentes políticos deben de ser conscientes que es necesaria una reflexión profunda para cambiar la tendencia al alza de los delitos sexuales.

Por otra parte, es positivo que las denuncias se produzcan, porque arrinconan a los delincuentes sexuales que cosifican a sus parejas y buscan el placer a cualquier precio sin importarles la otra persona. Es hora que todos ellos se sienten delante de un juez y paguen por sus delitos.