En condiciones normales ante la llegada de la Semana Santa lo habitual es hacer una puesta a punto del vehículo para realizar los desplazamientos planeados a causa de los días festivos.
Sin embargo, las especiales circunstancias que estamos viviendo estos días han provocado que sean muy pocos los que tengan que usar sus coches, con lo que permanecen parados en el garaje o en la calzada. Sin embargo, el no dar un uso diario o habitual a nuestros vehículos no implica que haya que descuidar su cuidado, puesto que también pueden sufrir un importante deterioro si nos olvidamos de su mantenimiento.
Por ello, desde la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Automóviles de Albacete (Apetreva) realizan una serie de recomendaciones para evitar el deterioro de nuestros vehículos, que pasan principalmente por moverlo cada tres o cuatro días.
Recomendaciones. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los vehículos que se encuentran parados varios días consecutivos, es la pérdida de batería, por ello, el presidente de Apetreva, Antonio Atiénzar, afirma que lo más recomendable es hacer una recarga de la batería si se tiene posibilidad. «El vehículo no se va a echar perder por estar parado, pero si que va perdiendo algunas funciones. Si el coche está mucho tiempo sin haberse arrancado, el día en el que se necesite es muy probable que tenga problemas de batería, por eso si se tiene posibilidad, es conveniente que se le meta una recarga de batería. Si no fuese así es necesario arrancarlo».
Como Atiénzar no es ajeno a las restricciones de movimiento existente recuerda que «se puede usar el vehículo para ir a la compra para moverlo con cierta regularidad. Si el coche está en la calle y hay inconvenientes para moverlo pues se puede arrancar, darle unos acelerones y comprobar como funciona».
Si el vehículo lleva las tres semanas de confinamiento sin circular, desde Apetreva recuerdan la importancia de mover el coche para que no se deterioren las ruedas. «Para que no sufra el neumático es necesario que se mueva el coche, no es necesario hacer desplazamientos, aunque sería mejor, basta con que se vaya rotando la posición, moviendo el coche para adelante y para atrás, para mover la rueda y que no se quede todo el tiempo en la misma posición y más con el agua que ha caído en días anteriores».
En este sentido, afirma que esto puede haber enmohecido parte del neumático. «El neumático no debe estar todo el tiempo en la misma posición para que, como decimos nosotros, no se quede cuadrada la rueda».
En la misma línea Atiénzar recuerda que es probable que la presión de las ruedas no sea la correcta, porque toda esta situación «ha venido de golpe y porrazo», con lo que el peso del coche puede perjudicar a los neumáticos, a los que la lluvia tampoco habrá ayudado.
También es importante comprobar que líquidos como el aceite están al nivel correcto.
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