El Albacete Balompié inició su participación en la Primera RFEF con un solvente y vistoso triunfo sobre el Castellón, pero a partir de ahí las sensaciones que deja el equipo son de muchas dudas sobre su capacidad para poder pelear por el ascenso, objetivo de la presente temporada.
En las dos salidas realizadas, el cuadro de Rubén de la Barrera ha caído con estrépito. No sólo se perdió, sino que quedaron en evidencia su capacidad ofensiva y defensiva, así como la dificultad para acoplarse al exigente sistema de juego que pretende el entrenador. Siete goles encajados en dos partidos es un dato más que preocupante, así como las dos expulsiones sufridas en apenas cuatro jornadas y los dos penaltis en contra cometidos, inocentes y evitables en ambos casos.
No es sin lugar a dudas el inicio deseado para un equipo que quiere luchar por el ascenso, aunque apenas se llevan cuatro jornadas y todavía queda mucha tela que cortar en este campeonato en el que se está viendo las dificultades para unos y otros de mantener los buenos resultados de una jornada a la siguiente. El equipo de Rubén de la Barrera se encuentra en la mitad de la tabla, un dato poco significativo en estos momentos, pero de momento no ha demostrado ser el equipo peligroso que se le presupone, por presupuesto e historia, sobre todo en los dos desplazamientos que lleva realizados.

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