A menos de cuatro meses vista de las próximas elecciones municipales, las diferentes agrupaciones políticas empiezan a trabajar en la definición de lo que serán sus listas. Si se les pregunta sobre ello, todos dicen que es demasiado pronto para hablar de nombres propios; pero, no es cierto, ya se está laborando en un asunto que, dado lo apretado del caso, puede ser clave de cara a conseguir llevarse el voto a la urna en los comicios locales de primavera. Y es aquí cuando empiezan a verse algunos casos de eso, que, en lenguaje bélico, se denomina fuego amigo. Aunque en política no debería de llamarse así, ya que en estas lides no exista la amistad, solo priman intereses y personas que, por muy diferentes razones, coinciden en ellos. Huelga decir que para muchos de los que han ocupado cargos de concejales seguir ostentándolo es un objetivo prioritario. Tal y como está el mercado laboral es una salida más que airosa, rayano en lo extraordinario. Y es aquí cuando algunos son capaces de vender su alma al diablo para conservar tal privilegio. Y para ello no dudan en apretar tanto a su presunta competencia como para acabar estrangulando dichos anhelos. En esta tesitura no hay compañeros, solo rivales. En la lista de Sáez se sabe que habrá sorpresas. El alcalde es una persona ambiciosa e inquieta y, por ello, buscará más y mejor. Y ya se nota en las propias entretelas de un grupo municipal socialista en el que, hoy en día, hay más fuego que amigos. El aspirante Serrano debe de renovar una lista en la que, salvo dos o tres nombres que son indiscutibles, hay una gran necesidad de sangre joven y nueva. El jefe de los populares lo tiene claro y trabaja en ello. Y aquí también habrá llamas, más por los salientes que por los entrantes. Vox parece que seguirá confiando en una Rosario Velasco en lo alto de una lista en la que, por incierta e imprevista, pueden saltar chispas. Y en Unidas Podemos ya, más o menos, se puede atisbar lo que presentarán sin mucho calentón. Finalmente, en Ciudadanos, todo puede pasar en una nómina que pasará a la historia como la de sus ascuas políticas. Carmen Picazo buscará seguir en la brecha, ahora en el Consistorio, ocupando el primer puesto en la lista de un Casañ que asegura que, en mayo, dirá adiós a la política. Todo en llamas, oiga.