Fernando Fuentes

Fernando Fuentes


Ayuso por la culata

22/02/2022

A Isabel Díaz Ayuso creyeron haberle cortado la testa el pasado jueves, políticamente hablando. Hasta aquí había llegado. Ya daba igual si la exoneraban del expediente informativo. Tampoco importaba si demostraba que la presunta comisión que se llevó su hermano es legal, aunque poco ética y, por ello, insalubre. Tampoco le valdría dejar en evidencia que todo esto era parte de una trama, orquestada por el PP nacional para acabar con ella, por considerarla una amenaza flagrante e inmediata. Da igual. Una vez que en política te pegan el certero machetazo, a la altura del gaznate, sólo queda esperar cuánto podrá aguantar tu cabeza colgada de los últimos pellejos, que penden de tu maltrecho cuello. Pero Ayuso es caso aparte. Se creyó capaz de tocarle los cataplines al poder. Y no contenta con ello, los arañó. Su inventor y mánager Miguel Ángel Rodríguez la elevó a prima donna del PP, pero sin el PP. Y esa niña de ojos bonitos de loca, de pronto y en plena pandemia, se convirtió en una princesa del pueblo popular que soñó con «hacer un Pedro Sánchez», cuando se enfrentó a su partido y, milagrosamente, venció. Pero, aunque el PSOE no es el PP y se sabe que Génova no tolera a rebeldes, aunque sí a corruptos, su órdago a la mayor le está saliendo bien. El mal llamado fuego amigo es siempre el más peligroso. Incluso si lo que te disparan son huesos de aceituna a la velocidad de la luz. Pero cuidado, puede salir el Ayuso por la culata, ¿verdad, Teodoro? Todos sabíamos que a la presidenta madrileña no la iban a dejar postularse para dirigir su partido. Cometió el feliz vs. grave error de creer que podía aspirar a la Presidencia del Gobierno. Y confió en que su enemigo íntimo Casado se arrugaría ante su despliegue de mayorías y encanto barrial, populista y díscolo. Y acertó, contra todo pronóstico... Ahora el PP, con Feijóo y ella al frente, disfrutará de un futuro que antes no tenía para alegría de muchos de sus acólitos y, por supuesto, de Aznar.