Juan Valderrama visita hoy el Teatro Circo, a las 20 horas, para ofrecer un concierto dentro de su gira Mujeres de Carne y verso. El cantante comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de este novedoso concierto.

Viene a su casa. 

Sí, así es en cierto modo, ahí tengo mis raíces.

Un espectáculo, Mujeres de carne y verso que es también muy especial.

Es un disco en el que he reunido la poesía de varias poetisas, algunas más conocidas, como es el caso de Gloria Fuertes o Gabriela Mistral, pero otras bastante más desconocidas, para poner un poco de luz en la obra de las poetisas, que hay muchas y muy buenas. 

Voy con un elenco artístico formado íntegramente por mujeres, las mismas con las que he grabado el disco, así que es un trabajo diferente, pero en lo musical, no deja de ser lo que vengo haciendo, un poco de flamenco, copla, canción de autor, en eso no varía mucho, sigue una línea. 

¿Por qué un trabajo así, en estos momentos? 

El trabajo nació hace tres o cuatro años. Surgió cuando fui a una exposición que conmemoró el centenario de Gloria Fuertes, en la Plaza de Colón de Madrid. Descubrí que Gloria Fuertes tenía una obra amplísima. Yo, que soy periodista, que leo mucho, me sorprendí porque no conocía   esa poesía de Gloria Fuertes y eso me hizo pensar que, a lo mejor, había otros casos y, efectivamente los había. En los temarios de las diferentes leyes de Educación que hemos tenido aparecen muy pocas mujeres, porque las ha habido y muy brillantes. 

Vi un filón precioso, para de alguna manera, salvando las distancias, intentar hacer lo que hizo Joan Manuel Serrat con la Generación del 98 y 27, ponerles música para acercarlas a la gente. Eso es lo que he hecho yo.  

¿Una aportación cultural?

Así es, una aportación cultural. Los artistas estamos para entretener y también para investigar en nuestra cultura y recuperar un legado que estaba oculto, que no conocemos. 

¿Fue complicada la selección de las poetas?

Sí, porque muchas de ellas merecen estar y el drama se produjo cuando tienes que decidir quién está o no. Me aconsejaron que incluyese las más conocidas, pero pensé que eso no tenía ningún mérito, lo hace cualquiera. No podía dejar de lado los grandes nombres de la poesía femenina, pero al menos tenía que haber un 50 por ciento de descubrimientos, de reparación de injusticias y así enfoqué el proyecto.  

¿Un trabajo equilibrado para todos los públicos?

Creo que sí. Al que le gusta la música, le van a gustar las canciones y le va a gustar el proyecto en el escenario, es de gran belleza y las mujeres que me acompañan en la banda son grandes maestras y ofrecen un espectáculo sobre las tablas como nunca he llevado, de verdad. Aparte, los que me conocen saben que siempre hay un ratito en el que me pongo con la guitarra  y canto las canciones que todo el mundo espera.  

¿Fue complicado elegir las acompañantes?

Eso sí que me costó mucho trabajo porque si escojo una música porque es mujer, eso no sería honesto. Lo que llevó mucho tiempo encontrar mujeres músicas en algún instrumento, como la guitarra flamenca, por ejemplo, ya que están empezando a aparecer ahora tocaoras de nivel profesional. En algunos instrumentos están llegando ahora y están muy solicitadas.  Luego, fue complicado apretar las agendas para llegar a tiempo y poder publicar el libro disco que es, pero me siento orgulloso porque los trabajos quedan ahí, para siempre. 

¿Habrá un segundo álbum?

Lo que a mí me gustaría es que otros artistas tomaran el relevo, porque hay un caudal  de versos, de mujeres poetas, para hacer muchas cosas y funciona muy bien. Lo que pasa es que gira tenemos una y muchos proyectos por hacer. Hemos puesto corazón y alma en Mujeres de carne y verso, que tiene su momento y, ahora, hay que seguir adelante y pensar otros proyectos, cambiar el punto de mira, volver a encontrar un proyecto que te ilusione, pero no repetirse. 

Está paseando este álbum por todo el país. 

Claro, la lástima fue que estrenamos en el Circo Price de Madrid, con todas la colaboradoras que están en el disco,  un elenco importantísimo, pero automáticamente llegó la pandemia y tuvimos que parar. De alguna manera hemos recuperado el trabajo  y lo he llevado a escenarios, a  lugares donde normalmente me costaba trabajo entrar.  Es muy bonito.