El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que dirige el ínclito Tezanos, anda preocupado por las relaciones  afectivas de los españoles durante la ya larga pandemia de Covid-19, no vaya a ser que tales contactos acaben  siendo un bien escaso que dé lugar a un bajón de la natalidad, que desemboque en la imposibilidad de que el «señorito» del brujo de las encuestas disponga de los  votantes necesarios para seguir mandando sine die en este pobre -cada día más pobre- país.
Menos mal que la  encuesta de marras ha dejado patente que, durante el periodo de confinamiento de la pandemia de Covid.19, solo se ha masturbado uno de cada tres españoles, mientras los demás han continuado en el tajo. ¡Menos mal! Sobre las relaciones bis a bis entre individuos del mismo sexo no dice nada la encuesta, que eso si que puede significar, a la larga, otro peligro a tener en cuenta para el censo electoral. Pero mientras que chino-chano los españoles y las españolas continúen fabricando votantes para Pedro Sánchez y sus huestes. ¡Sin novedad en el Alcázar, mi general!  
Dice un viejo refrán que «cuando el Diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas». Pero para saber con certeza la línea de ascenso de la natalidad en el país, pese al virus, hay que «separar la paja del granzón» y, según las prospecciones de Tezanos, en esta Iberia de nuestros pecados, la paja no es todavía un peligro inminente. La ruina nos acecha por las cuatro esquinas, desde los Pirineos a Tarifa y desde la raya de Portugal a las Islas Baleares, pero tal parece que nuestra preocupación -según entienden algunos- fuera el índice de masturbación de los españoles. «España is different», fue un slogan de otros tiempos. Y lo sigue siendo todavía…