La polución alcanza en 2020 su nivel más bajo en 10 años

EFE
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La reducción general de la movilidad por la pandemia provoca una mejora sin precedentes, aunque casi 42 millones de españoles, un 90% de la población, respiró aire contaminado

Vista de la ‘boina’ generada por el uso masivo de estufas y calefacciones tras el paso del temporal ‘Filomena’ en Madrid. - Foto: Mariscal

La reducción de la movilidad por la crisis de la COVID-19 provocó «una mejora general sin precedentes de la calidad del aire» en España durante 2020, que ha hecho que la contaminación se desplome a sus niveles más bajos en la última década.

La organización Ecologistas en Acción presentó ayer, de forma telemática, su informe anual donde se analizan los datos relativos a la calidad del aire según informaciones de las más de 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el país, a partir de sus redes de información de la contaminación.

Durante el año pasado, «la calidad del aire ha mejorado sustancialmente en España», con una reducción notable de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y ozono troposférico, y más matizada los de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), estas últimas en sus mínimos de la última década.

El resultado del informe arroja «una menor población y territorio afectados por la contaminación», explicó Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe, para quien el factor esencial para explicar la mejoría de la calidad del aire ha sido la «reducción general de la movilidad y la actividad económica», sin olvidar el cierre de la mayoría de las centrales térmicas de carbón.

Sin embargo, y a pesar de esta mejora, casi 42 millones de españoles, un 90 por ciento de la población, respiró aire contaminado.

Dichas restricciones tuvieron su repercusión en las caídas en el consumo de combustibles fósiles y de electricidad, que alcanzaron el 13,1 y el 5,1 por ciento respectivamente en comparación con 2019, recuperando, en el caso de los derivados del petróleo, magnitudes de finales del siglo XX, por el desplome del transporte aéreo y terrestre.

A esta caída hay que sumar, que las renovables aportaron su máximo histórico a la demanda de energía, por lo que «la mejoría de la calidad del aire en la última década se ha debido más a razones coyunturales que a la aplicación de medidas planificadas», detalló Ceballos.

Pese al desplome general del NO2 en un 27 por ciento respecto al nivel medio entre 2012 y 2019, Madrid siguió incumpliendo los límites legales, situación que derivó en que el Tribunal Europeo de Justicia mantenga un proceso de instrucción contra España, según determinaron desde la organización ecologista.

En el caso de las partículas en suspensión, estas aumentaron en algunas comunidades, debido a la mayor frecuencia de los episodios de intrusión de polvo africano, en especial durante el primer trimestre del año, y así Canarias registró el peor episodio de contaminación de la última década.

El ozono es el contaminante que presentó, un año más, una mayor extensión y afección a la población, no obstante, la frecuencia de las superaciones de los estándares legales fue muy inferior.