Una biblioteca en 'streaming'

Ana Martínez
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La pandemia aceleró la puesta en marcha de eFilm, una plataforma gratuita de visionado de películas exclusiva para usuarios con el carné de la red de bibliotecas

Imagen del dispositivo.

Primero fue eBiblio, un servicio digital gratuito de préstamo de libros, revistas y audiolibros para todos los usuarios con carnet de biblioteca, que permite la descarga temporal de publicaciones para su lectura durante un periodo determinado de tiempo, igual que ocurre cuando lo retiras de una biblioteca. La explosión de plataformas audiovisuales especializadas en series y películas motivó que las bibliotecas empezaran a analizar la posibilidad de ofrecer el mismo servicio virtual, como si de un videoclub se tratara, pero gratis.

Lo que empezó en enero de 2020 como un proyecto a desarrollar con tranquilidad a lo largo de ese año y venideros, se aceleró con la pandemia y el confinamiento: «Fuimos a saco, lo que teníamos previsto amplificar en varios meses lo tuvimos que hacer en días», explica el director de la Biblioteca Pública del Estado, Juan Manuel de la Cruz.

El caso es que, en apenas una semana, eFilm, como se conoce este recurso, disponía de 10.000 títulos para ofrecer de forma exclusiva a los usuarios de las bibliotecas de toda España, películas todas ellas sacadas, a su vez, del catálogo que ofrece Filmin, una plataforma de cine online creada en España que oferta contenidos audiovisuales, cine de autor, independiente, cine comercial en forma de video bajo demanda en streaming y de forma legal bajo suscripción de ocho euros al mes u 84 al año.

La diferencia con eFilm, gratuita para todos los usuarios de las bibliotecas españolas, es que ni cuenta con el catálogo de Filmin ni con todas las novedades de esta plataforma de pago, si bien a día de hoy ofrece más de 12.100 títulos de cine clásico, algunas series de Radio Televisión Española, cortometrajes, documentales y conciertos, productos todos ellos «más difíciles de encontrar en plataformas comeciales», asegura Mercedes Ramírez, bibliotecaria de la BPE.

No obstante, también es diferente el acceso a eFilm en función de la comunidad autónoma en la que se resida. La explicación no es otra que tanto las plataformas online de libros como de películas están siendo gestionadas por la Subdirección General de Coordinación de Bibliotecas del Ministerio de Cultura, que creó una especie de lote fundacional al que cada región puede contribuir con más o menos incorporaciones literarias y cinematográficas, en función de «su disponibilidad económica e, incluso, a instancias de los usuarios», explica por su parte María de los Ángeles Merino, también bibliotecaria de la biblioteca de San José de Calasanz. Ambas plataformas, tanto eBiblio como eFilm son de acceso restringido a personas que cuenten con el carné de cualquier biblioteca de España, una identificación que ya se puede gestionar y conseguir por vía telemática y que ha originado la inscripción de lectores/espectadores de Bruselas o Argentina. «También un usuario de Albacete puede hacerse el carné de una biblioteca de Castilla y León si considera que el catálogo de eFilm de esta comunidad autónoma es mejor que el de Castilla-La Mancha, o viceversa», relata De la Cruz.

Aumento de usuarios. Con la fórmula de eFilm y el préstamo audiovisual en streaming, las bibliotecas están consiguiendo tener socios sin necesidad de ir físicamente a sus instalaciones ni para obtener el carné ni para retirar deuvedés. «Con la pandemia promocionamos el uso de estas plataformas y funcionaron tan bien que han llegado para quedarse», afirma el director de la BPE. Tanto es así que a pesar de la novedad y de estar muy poco tiempo en funcionamiento, en la red de bibliotecas de Castilla-La Mancha ya se han registrado casi 5.500 préstamos en lo que va de año, de los cuales 489 han sido demandados por socios de la BPE de Albacete, mientras los usuarios ya superan los 4.600 en toda la región. «Esto no es Netflix, no tiene la última novedad del mercado, pero funciona igual que un videoclub, a los cuatro, cinco o seis meses ya tienes la película que se estrenó de forma comercial», indica Juan Manuel de la Cruz.

En ningún caso, el material que se encuentra en eFilm y eBiblio es ilegal ni pirata y, además, el usuario puede descargarse la película escogida para verla en un plazo de 72 horas, tres semanas en el caso de un libro. Transcurrido ese tiempo, la descarga desaparece del soporte técnico en el que se haya descargado, aunque en el caso del libro permite también leerlo en streaming, una fórmula que a lo largo de este año apenas han escogido 2.683 usuarios castellano-manchegos frente a los 40.880 que optaron por la descarga. En el caso de eBiblio, la plataforma ofrece un catálogo con 5.016 título, 173 audiolibros y 120 revistas: «Estamos recibiendo muchas consultas para actualizar los datos del carné de socios interesados en acceder a estos dos servicios», dice Mari Ángeles Merino, mientras su compañera Mercedes Ramírez subraya: «Estas plataformas virtuales vienen muy bien para las bibliotecas pequeñas del entorno rural, ya que tienen muy poco presupuesto para adquisiciones y con eBiblio y eFilm pueden complementar sus servicios, especialmente para la gente joven».