El Albacete ha fichado otro jugador sub-23 y otro jugador catalán, para fortalecer las bandas. Se trata del lateral izquierdo de 21 años Marc Llinares, nacido en Barcelona en agosto de 1999 y que se formó en las canteras del Espanyol y Villarreal antes de pasar por el Damm. De ahí pasó al Mallorca, donde coincidió con Andreu Arasa, que también fue del Damm al equipo balear.

Pero no tuvo suerte y la temporada 2018-19 sufrió una grave lesión de rodilla que lo tuvo ocho meses en el dique seco y que hizo que el Mallorca lo dejase libre al final de campaña. Llinares apostó por el Algeciras, al que se incorporó en el mercado invernal de la campaña 2019-20, por lo que, debido a la pandemia, apenas pudo jugar tres partidos, pero le valió para ganarse la renovación.

La pasada campaña, igual que ocurrió con Arasa en el Sanluqueño, realizó una gran año, titular casi todas las jornadas para disputar 24 partidos y anotar cuatro goles, jugando el playoff de ascenso y con Salva Ballesta utilizándolo más como extremo que como lateral, incluso a pierna cambiada por la derecha.

Marc Llinares, que ha firmado un contrato con el Albacete para las tres próximas temporadas, es un jugador con mucho recorrido en la banda y con gol, una característica que tienen varios de los fichajes con los que el Alba ha reforzado su defensa. Hay que recordar que en la Primera RFEF los clubes podrán tramitar 24 licencias (21 para jugadores de campo y tres apra porteros) y que 18 deberán ser profesionales y ocho sub-23, en lugar de los seis que se exigía en la ya desparecida Segunda División B.