Desde luego, nadie o casi nadie -los más cercanos a Pablo Casado pensarán otra cosa- hubieran imaginado el discurso del líder nacional del PP en el debate de la moción de censura de Vox. Casado arremetió sin miramientos contra Santiago Abascal, consciente de la difícil situación en la que le había dejado el otrora compañero de filas. Desde la provincia, las interpretaciones que hicieron los diputados albacetenses no difirieron de los argumentarios esenciales de sus líderes a nivel nacional. Desde el PP, Carmen Navarro, indicó que la moción de censura venía como agua de mayo para el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, además de echar en falta medidas para aliviar la crisis que azota al país. Desde el PSOE, Manuel González Ramos subrayó que la propuesta de Abascal era un disparo en la línea de flotación del Partido Popular, además de contribuir a «dividir y crispar el ánimo del hemiciclo, de la política».
Para el diputado de Vox, Rafael Lomana, fue un error la postura del Partido Popular, incluso fue más allá y criticó lo que entiende como la «incoherencia» de la popular albacetense Carmen Navarro. Todo dentro del guión.
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